Libros de ayer y hoy
El periodismo tendencioso
El hecho de que cada periodista vea la noticia y la interprete según el color de la ideología a la que rinde sometimiento es algo normal y siempre lo ha sido. No obstante a veces resulta preocupante ver a los medios de comunicación relatar una misma noticia dando a entender cosas diametralmente opuestas, y otras realmente tendenciosas y mentirosas.
El periodismo, en estricto sentido, es como un apostolado, y este grandioso oficio debe ser puesto al servicio de la sociedad, del pueblo, de sus lectores, preservando lo más sanos intereses de la colectividad, y no para responder de intereses particulares o de grupo. Por lo tanto, un periodismo tendencioso no puede cumplir su cometido en cuanto a la objetividad y veracidad en la información dada al público.
Si bien es cierto, la objetividad total es imposible, como la verdad que es relativa, como apunta Umberto Eco: “la objetividad es exigible en las noticias y que resulta condenable cualquier introducción de elementos subjetivos en la comunicación de los hechos”. Este elemento indispensable en el quehacer del periodista distingue de unos a otros, entre menos sesgo tenga la noticia, más objetiva será la información.
La información veraz y objetiva (lo que más se le acerque) es un elemento fundamental de la democracia, porque sin libertad de expresión, sin un cuerpo de periodistas independientes, se hace presente el gobierno autoritario. Entre más control de lo medios, menos democracia.
El control y la manipulación en los medios de comunicación y la compra de voluntades de muchos periodistas, es una tentación que ha tocado gobiernos emanados de las urnas, tienen miedo a la crítica, y lo han hecho sin el menor recato. Vemos como en la pasada administración se dijo que era un abuso en ese control por parte de su comunicación social y hoy ese control pisa terrenos de lo escandaloso, los recursos destinados no son transparentes o simplemente no contratan publicidad al medio de comunicación rebelde; decía el ex Presidente López Portillo “no pago para que me peguen”.
Un gobierno que presuma de ser democrático no controla los medios de comunicación ni entrega dinero (dádivas), lo que tiene son plumas afines a su proyecto; también hay los que discrepan de él, ni todo está bien, ni todo está mal.
Para que exista un periodismo tendencioso y manipulador, tiene que haber dos partes, el corruptor y el corrompido. Por lo general el gobierno en turno busca controlar a los medios de comunicación, a los comunicadores y periodistas y el único camino que encuentra, el más seguro y no barato, son los contratos sustanciosos de publicidad y el dinero que se da periódicamente en forma soterrada; el resultado es sencillo y a toda vista por el publico.
Cuando no hay objetividad en la noticia, ésta se vuelve tendenciosa, encaminada a proteger intereses de grupo o particulares, no es complicado descubrir cuando una noticia no es objetiva, ya que este elemento debe de contener:
1.- Libertad de información
2.- Libertad de selección y producción de esa noticia
3.- El periodista debe mostrar su independencia de aquello de lo que informa
4.- El mensaje, para que sea objetivo debe tener filtros, como son la confirmación de datos, verificación de las fuentes y contraste de opinión. Por último, debe haber un consejo ciudadano, capaz de sancionar a los que rompen con la objetividad (esto es imposible en México, en Inglaterra, existe).
Si la noticia dada por el periodista adolece de uno de los cuatro elementos anteriores estamos en la subjetividad de la noticia, en la recontextualización de la información, en el sesgo noticioso y la manipulación.
Día a día vemos en los periódicos impresos, en los noticiarios radiofónicos y televisivos, la tendencia a la magnificencia del quehacer público, la protección y justificación del servidor publico, el ataque y denuesto a los adversarios políticos del gobierno y su crítica destructiva, la inventiva de hechos presumibles de delitos, su inferencia o amistades con presuntos delincuentes, todo ello, manipulado. El descubrimiento consuetudinario de ‘dones’ de personajes políticos, que en el futuro serán presuntamente candidatos.
Para que haya democracia, o lo mas cercano a ello, se requiere de un periodismo independiente, de medios de comunicación sin dependencia a los contratos de publicidad y que si estos se celebren sin la condicionante y obligación de opinar siempre bien del gobierno, si los políticos se quitaran de la tentación de controlar a los medios informativos, los ciudadanos cada día creerían más tanto a los gobiernos como a los medios de comunicación.
No volvamos a México en un país de cínicos, la impunidad (que dentro de ella esta la corrupción) es lo que más daño hace a este México que tanto queremos, ‘el cuarto poder’ está corrompido, su salvación son las redes sociales, que cada día más crecen en el Internet, ahí encontramos incluso a algunos periodistas que difieren en mucho de la política editorial del medio de comunicación donde trabajan, vemos en su perfil “tuiter personal de…” desde luego que en Internet también existe el sesgo de la información, pero encontramos el contrapeso de ello y podemos forjar nuestra propia opinión.
En lo Personal
Definidos los candidatos de los partidos políticos más importantes, el PAN, con Pancho Domínguez y Marcos Aguilar, y el PRI, con Roberto Loyola y Manuel Pozo, sin duda aquí se vive el bipartidismo, no se deje engañar sobre quiénes son los buenos y quiénes son los malos, infórmese bien y decida.
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