Atropellan a trabajador mientras repara cableado en la Josefa Vergara
Rubén Espinosa, el fotorreportero asesinado en la colonia Narvarte, planeaba dejar el departamento después de las 2 de la tarde del viernes; su cuerpo y el de otras 4 mujeres tenían el tiro de gracia.
MÉXICO, DF, 3 de agosto de 2015.- El fotorreportero Rubén Espinosa Becerril planeaba dejar el departamento ubicado en el número 1909 de la calle Luz Saviñón poco después de las dos de la tarde del pasado viernes 31 de julio, y así se lo escribió a uno de sus amigos que, a las 14 horas con 13 minutos, recibió un mensaje de texto del periodista diciendo: “Voy de salida a la calle”, publica el portal de Sin Embargo.
Al menos unas nueve cámaras de seguridad ubicadas en esa cuadra debieron registrar lo que ocurrió a partir de entonces y hasta las nueve de la noche, cuando una mujer, al parecer amiga de las víctimas, subió al cuarto piso, abrió la puerta del departamento 401 y encontró la escena del crimen múltiple en que fueron torturados y asesinados Espinosa –de 31 años, refugiado en esta ciudad por amenazas en Veracruz- y otras cuatro mujeres. Una de ellas, de acuerdo con RompevientoTV, es la antropóloga egresada de la Universidad Veracruzana, Nadia Vera, de 32 años, residente de Xalapa y, como el periodista, conocida por su trabajo de denuncia sobre la ola de violencia e impunidad que prevalece en el Gobierno de Javier Duarte de Ochoa.
De acuerdo con la Procuraduría General de Justicia del Estado, los cuerpos fueron encontrados, algunos, en las recámaras y uno más en el baño. Cada uno, dijo el Procurador Rodolfo Ríos en conferencia de prensa ayer, presentaba una herida de bala en la cabeza, de arma calibre 9 milímetros, “así como algunas escoriaciones en diversas partes, presuntamente originadas por el forcejeo previo al sometimiento al que fueron expuestas”.
Fuentes consultadas por este medio agregan que los cadáveres presentaban señales de haber sido torturados de manera prolongada. En los alrededores, sin embargo, ningún vecino reportó haber escuchado los disparos. La mayoría se mostró renuente a dar información y, entre los habitantes del edificio, al parecer, los agentes ministeriales dieron la orden de que no se concedieran entrevistas.
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