Proponen a Claudia Espino para la Secretaría Ejecutiva del INE
QUERÉTARO, Qro., 24 octubre 2013.- A través de su columna «En Privado» y bajo el título » El sorprendente diputado Anaya», el periodista Joaquín López-Dóriga, se refirió al discurso que brindó el queretano y Presidente de la Mesa Directiva del Congreso de la Unión, Ricardo Anaya, sobre el tema del presunto espionaje de Estados Unidos a políticos mexicanos.
Refiere en su columna que publica el periódico Milenio Diario que reproducimos de manera íntegra sobre dicho actor del sector político queretano:
A lo largo de los años he visto varias generaciones de políticos, algunos brillantes, otros prometedores, otros decepcionantes, unos con futuro, otros con pasado, unos que se resisten a morir, otros que se resisten a crecer, otros que no merecen ni el recuerdo».
Desde hace algunos meses he seguido con atención al diputado panista por Querétaro Ricardo Anaya, a sus 34 años, actual presidente de la Cámara de Diputados.
Me habían hablado de él y ya lo había escuchado, pero ayer, al atestiguar su intervención al instalar el Grupo de Amistad México-Estados Unidos en San Lázaro, con la asistencia del embajador Anthony Wayne y en medio de la crisis de espionaje, me deslumbró.
Lo escuché citar a Juárez al exigir al embajador Wayne los resultados de la investigación ofrecida por el presidente Barack Obama al presidente Enrique Peña Nieto.
Anaya habló de la inscripción del apotegma juarista inscrito en el muro del Salón de Plenos, que hoy destaca también por su vigencia y destaca hoy por su pertinencia: El respeto a la vida interna del otro país es la paz; el respeto a la privacidad del otro es la paz; y la paz a la que se refiere Juárez es mucho más que la simple ausencia del conflicto. La paz a la que se refiere Juárez es confianza, es entendimiento, es cooperación, es posibilidad de construir juntos beneficios para nuestros pueblos.
Señor embajador, le dijo a Wayne, estoy convencido de que no debemos, jamás, callar por respeto lo que podemos decir respetuosamente y por eso hoy reafirmamos la necesidad de que la investigación que ha sido ya comprometida por el presidente Obama sobre presuntos casos de espionaje sea profunda, que concluya en un plazo breve y, sobre todo, que sus resultados permitan deslindar responsabilidades. Esperamos una investigación seria, pero sobre todo esperamos una investigación con consecuencias.
Ofrecemos, como siempre, respeto; esperamos reciprocidad.