Razones
QUERÉTARO, Qro., 4 de agosto de 2014.- Rodeado por una gran diversidad de figuras y cuadros que revelan su pasión por los caballos, Adolfo Vega Montoto ofrece con una claridad catedrática su opinión sobre los más diversos temas.
Desde su convicción católica hasta la proliferación de pandillas, es evidente el gusto con el cual el capitán retirado del Ejército Mexicano expone sus puntos de vista. Las experiencias militares, policiales, políticas y de docencia constituyen una amplia fuente de anécdotas que el Secretario de Seguridad Ciudadana no duda en compartir durante su charla.
“Entre humanos”, refiriéndose a la conversación abierta con periodistas sin la intervención de grabadoras, el capitán comparte información estratégica que ha permitido colocar al Estado de Querétaro como uno de las más seguros del país y añade: “En ocasiones no es posible ofrecer datos específicos sobre nuestros operativos ya que su divulgación pondría en riesgo no solo su efectividad, sino la vida misma de los policías que en ellos intervienen”.
“La corrupción es lo que impide un funcionamiento adecuado de los cuerpos policíacos” expone el capitán en otro tema y ejemplifica: “Yo no puedo pedirle a un policía una cuota diaria y después exigirle que se conduzca con honestidad. Eso no puede ser.”
El Secretario continúa su charla expresando el orgullo que siente por los elementos que integran la policía del estado; reconoce que como seres humanos también pueden cometer errores, pero para enfatizar que son más buenos que malos se acomoda en su sillón y extendiendo las manos confiesa: “Estoy dispuesto a meter las manos al fuego por ellos.”
Sin esperar el cuestionamiento sobre los motivos que dan lugar a tal convicción agrega: “¡Ciento ochenta por ciento de depuración experimentó nuestro equipo de policías!”. Después de hacer una pausa para ver la reacción de su audiencia ante el aparente error porcentual explica: “Incluso desde la misma academia he dado de baja a los elementos que no cumplen con el perfil.”
Con una anécdota muy a su estilo, el capitán reconoce que la coordinación con otras instituciones ha sido fundamental para combatir la delincuencia en el Estado y agrega: “Les caemos todos juntos: militares, federales, municipales y del estado.” El Secretario entonces adopta un rostro consternado y bajando el tono relata las bajas que han sufrido en enfrentamientos puntualizando: “En ocasiones no se valora el trabajo de nuestros policías”.
Ante el cuestionamiento sobre la percepción de un incremento de inseguridad en el Estado, el capitán contesta casi de forma automática. “Extorsión y secuestro cero”, afirma contundente. Respecto al número de asaltos a sucursales bancarias se apresura a contestar: “Cero, cero” y en fracciones de segundo, consciente de lo insostenible de su aseveración corrige: “Casi cero” y añade: “Son principalmente robos a personas que salen del banco. Pero asalto, así, directo a la sucursal no. Casi no” y finaliza con contundencia: “Pero los agarramos.”
El Secretario continúa con una explicación sobre la importancia de no permitir que los delitos queden impunes pues la falta de efectividad puede fomentar mayores hechos delictivos. “Es un constante estira y afloja la lucha contra la delincuencia. Siempre surgen retos.” Al solicitar mayor detalle sobre los principales desafíos que enfrenta la corporación a su cargo elabora: “Pandillerismo sin duda alguna. Es un problema nacional. Y tiene mucho que ver con la pérdida de valores, la desintegración familiar.”
El capitán nuevamente recurre a anécdotas para ilustrar su punto de vista, particularmente las adquiridas como director general del Colegio Nuevo Continente en donde pudo observar como la carencia de educación cívica y valores inculcados en algunos hogares han causado graves daños a la juventud. “Los padres no saben dónde están sus hijos, con quien se juntan. La falta de convivencia y atención ha causado que los jóvenes encuentren en las pandillas ejemplos a seguir pero solo para delinquir”, lamenta.
“¡Vamos al C4!” invita el capitán y a continuación nos dirigimos a un salón con jóvenes que lo reciben de pie ante el llamado de “¡Atención!”. Las instalaciones del C4 se encuentran adaptadas con pantallas y computadoras desde donde se coordina la operación de las cámaras instaladas en la ciudad. “Desde aquí podemos ver si el policía a la entrada de Palacio de Gobierno se boleó los zapatos. ¡A ver, los zapatos!” instruye el capitán y acto seguido uno de los jóvenes operadores de forma inmediata obtiene en pantalla una imagen que efectivamente logra captar con gran detalle los zapatos del oficial.
“Desde aquí se registran de forma automática y en tiempo real las placas de todos los vehículos captados por las cámaras y se cruzan con una base de datos nacional para detectar reportes de robo”, nos explica. Después de un par de ejemplos más sobre la capacidad del sistema instalado regresamos a su oficina. Finalmente nos despide, no sin antes comentarnos sobre su afición al tiro y la oferta de mostrarnos en posterior visita las instalaciones que para tal efecto tiene la policía.
La información que diariamente publicamos en Quadratín Agencia de Noticias nos permite tener un claro panorama de los delitos cometidos en el Estado de Querétaro. El robo a casa habitación, vehículos, tráfico de drogas y asaltos son actividades delincuenciales que no pueden ser desestimados.
El prestigio que ha ganado el estado de Querétaro ha atraído a una inmensa cantidad de personas que por desgracia no siempre llegan con buenas intenciones. Esta realidad requiere una constante atención de las autoridades para impedir que la tranquilidad que se ha logrado se pierda. Existen algunos elementos de policía que han abusado de sus atribuciones o incluso cometido ilícitos como en su momento lo hemos dado a conocer.
También es evidente que se cometen delitos de diversa índole en Querétaro, incluso algunos de ellos con tendencias a incrementar. Pero de la misma manera creo justo reconocer que los indicadores que posicionan al Estado como uno de los más seguros del país no surgieron por casualidad. Existe una política, capacitación y conducción de las instituciones de seguridad que no puede ser ignorada. Todo un esquema en el que sin lugar a dudas, el capitán Adolfo Vega Montoto ha sido actor fundamental.