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MORELIA, Mich., 5 de enero de 2014.- Con el fin de formular acciones concretas que enriquezcan las políticas urbanas, municipales y regionales orientadas a la integración, regulación y protección de las actividades agropecuarias; académicos del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental de la UNAM campus Morelia y la Universidad Autónoma de Querétaro desarrollan un proyecto de investigación en la interface Morelia-Tarímbaro utilizando un enfoque de capital social, cuyos resultados serán efectivos a partir de este 2014.
De acuerdo con investigadores del campus, con este proyecto conjunto se logrará un avance en el entendimiento del papel que juegan los distintos tipos de capitales sociales en el periurbano y la forma en que éstos se articulan (o no) para facilitar el acceso, control y transformación de los recursos necesarios para la preservación de las prácticas agropecuarias en dichos espacios.
Y es que según los académicos que participan en él y considerando que la importancia de la agricultura y la producción animal en el periurbano, radica no solo en la producción de alimento para consumo familiar, local y regional, sino además en la generación de empleos e ingresos para un sector importante de la población que en su mayoría es pobre; este proyecto pretende formular acciones concretas que enriquezcan las políticas urbanas, municipales y regionales orientadas a la integración, regulación, apoyo y protección de las actividades agropecuarias que se llevan a cabo en las periferias urbanas del país.
Con ello, se pretende incidir en los niveles de pobreza, en el acelerado cambio de uso de suelo y en la seguridad alimentaria de estos espacios y de las ciudades medias en general.
Lo anterior, dijeron, retroalimenta los trabajos llevados a cabo en el área de investigación «Ambientes urbanos y peri-urbanos» dentro del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental de la UNAM, Campus Morelia, y se aporta al grupo de trabajo sobre Segregación Urbana y Pobreza de la Red de Pobreza del CONACYT.
“Después de llevar a cabo diversos trabajos de campo, hasta el momento se ha constado que las relaciones sociales que establecen los productores agropecuarios con familiares, vecinos, amigos, líderes y funcionarios, así como su inclusión a grupos locales formales e informales son importantes en la preservación de las actividades agropecuarias pese a la rápida urbanización. Sin embargo éstas se encuentran desarticuladas en su mayoría y su funcionalidad es muy limitada lo que conlleva inevitablemente a la venta de parcelas y a la desaparición de medios de vida agropecuarios”, explicaron los investigadores.
Cabe señalar que el proyecto lleva por nombre Periferia urbana y hogares campesinos: El rol del capital social en la adaptación de los sistemas agropecuarios al proceso de peri-urbanización de la ciudad de Morelia, mismo que inició en 2012 y plantea tener más resultados en 2014