Detienen a sujeto agresivo en la colonia España
MÉXICO, DF., 3 de enero de 2014.- El avión destruido el 4 de noviembre por el Ejército venezolano era, supuestamente, del Cártel de Sinaloa y en él solía viajar uno de los principales lavadores de Joaquín «El Chapo» Guzmán.
De acuerdo con información publicada en Reforma, se trata de Manuel Eduardo Rodríguez Benítez, también vinculado con la red de empresas virtuales que blanqueó 3 mil 500 millones de pesos en la venta de facturas apócrifas.
Según la indagatoria UEIORPIFAM/189/2013, Paul K. Crane, director regional de la DEA en México, denunció en 2012 ante la PGR a Rodríguez por operar cantidades millonarias de dinero ilícito para la organización criminal.
Este mismo personaje fue mencionado por el Gobierno de Querétaro como uno de los cinco pasajeros del avión Hawker 25, matrícula XB-MGM, destruido en Venezuela por presuntamente transportar drogas.
Después de que la DEA denunciara a Rodríguez, la SEIDO descubrió que tenía relación con el caso de las empresas desmanteladas en Polanco por vender facturas fraudulentas.
Según los documentos, del 17 al 23 de septiembre Comercializadora y Distribuidora PVL, una de las compañías desmanteladas, realizó varios depósitos por un total de 17 millones 900 mil pesos.
Uno de los receptores fue Zocle Mercantil.
Desde hace siete meses, esta compañía y Rodríguez ya eran parte de una investigación de la DEA por movilizar dinero de narcotraficantes sinaloenses y colombianos.
La DEA reportó a la SEIDO que el 30 de julio de 2013 el Cártel del Norte del Valle de Colombia transportó 192 mil 887 dólares de Nueva York a San Diego, California, en una aparente entrega controlada, para depositarlos a tres beneficiarios.
Zocle Mercantil, titular de las cuentas bancarias 8901003077 y 01651702, era uno de los destinatarios.
Los estadounidenses aseguran que Rodríguez introduce dinero del narcotráfico al sistema financiero y lo transfiere a EU en favor de la empresa Platinum Express Services Inc., que a su vez deposita recursos a otras como Zocle Mercantil, para dispersar los activos en varios países.
«Rodríguez realiza contratos multimillonarios de lavado de dinero producto de la venta de drogas ilícitas en México para el Cártel de Sinaloa, utilizando el apoyo de mensajeros que recogen las cantidades mensualmente y lo envían a socios que depositan el dinero en cuentas bancarias en México, Canadá, China y Estados Unidos», detalla el expediente, citando a los estadounidenses.
El 31 de octubre pasado, la PGR desmanteló en Polanco un conjunto de empresas virtuales que expedían facturas sin prestar ningún tipo de servicio y devolvían a sus «clientes» un 80 por ciento del dinero, en operaciones de defraudación fiscal que el SAT denomina «fraude carrusel».
Por este caso fueron consignados al Reclusorio Norte el empresario Carlos Ambe Buzali y el mensajero Pedro Vega Jiménez, quienes negaron estar implicados, ya que el nombre del primero no está en actas constitutivas y el otro, alega robo de identidad.
Al mismo tiempo, están prófugos Minerva Yadira Mendoza Santamaría, Frida Cassad Dahab, Abud Magar Amike (o Amkie) y José Mustri Tuach (o Tuachi), acusados de delincuencia organizada y lavado de dinero.
Por lo que ha investigado la PGR, estas empresas también prestaron el mismo servicio de venta de facturas a personas morales vinculadas con el narcotráfico, no sólo a empresarios del mundo legal que las compraban para deducir impuestos. El caso de Zocle y Rodríguez Benítez así lo ilustra.
Tenía lavador tres semanas con el avión
El avión destruido en Venezuela tenía escasas tres semanas de haber sido adquirido por el principal lavador del capo Joaquín «El Chapo» Guzmán.
Funcionarios federales informaron que Manuel Eduardo Rodríguez compró el avión Hawker 25, matricula XB-MGM, en México y usurpó una identidad para finiquitar la operación de compra venta.
La investigación ha comprobado que son falsos los nombres de los pilotos Alfredo Chávez Padilla y Mauricio Pérez, hoy ilocalizables. No así el de los pasajeros Susana Bernal Rivas, Adriana Gesabel Cruz Méndez, Isaac Pérez Bonn y Sergio David Franco, quienes acompañaban a Rodríguez Benítez.
Todos ellos acudieron a declarar a la PGR y reportaron que el avión había volado a varios puntos del País y de Sudamérica porque el dueño y presunto lavador les había dicho que pretendía «acumular millas». Los cuatro quedaron en libertad porque no se encontró elementos en su contra.
En tanto, Rodríguez continúa prófugo de la justicia.