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Organizaciones sociales y la Red de Mujeres Feministas en Querétaro hicieron entrega del reconocimiento a Aleida Quintana, en medio de protestas en su contra.
QUERÉTARO, Qro., 10 de septiembre de 2015.- La activista Aleida Quintana recibió la medalla Cecilia Loría Saviñón de manos del padre Alejandro Solalinde, que entregan las organizaciones sociales y la Red de Mujeres Feministas en Querétaro, en medio de protestas de familiares de desaparecidos que exigieron no entregar el reconocimiento por considerar su trabajo una farsa.
En la sede de la LVII Legislatura Local, Alejandro Solalinde señaló que para el 2018 tienen que apostarle a las candidaturas de mujeres para “no tener más de lo mismo”, porque “tenemos que cerrar filas y no podemos permitir que ningún político, ningún funcionario humille, amenace o estorbe la función de una activista o una defensora de derechos humanos como es Aleida”.
Destacó que Aleida no es una mujer más, sino una mujer dentro de las luchas de las mismas mujeres, que se preocupan por la situación de México y en el mundo, porque este es un país “muy descompuesto, corrompido, impune, donde la voz de la mujer empieza a perder el miedo y a hablar claro, empieza a enfrentar poderes y a veces el fuego de algunas hermanas”.
“Aleida representa esa lucha de la mujer contra todo mundo, contra una corriente, contra una cultura, contra una tradición machista, no podemos ser ingenuos en pensar que Aleida es una activista asistencialista, pensar que simplemente defiende un derecho humano, sí lo está haciendo, pero está luchando contra un sistema”, declaró.
Agregó que la emergencia de la mujer ha sido muy dolorosa y nunca se ha conocido en la historia de la humanidad un solo momento donde la mujer pueda integrar el rol de ser mujer de manera natural.
“Estamos en una lucha donde se tiene que hacer valer el derecho de la mujer por una cuota de género, es decir: a fuerza, porque si no es a fuerza no hay convencimiento y hay espacios paradigmáticos, aislados, que mantienen la violencia machista, uno de ellos es la iglesia católica, que está llena de la presencia de mujeres”, insistió.
Son las mujeres, agregó, las que mantienen la fe en la iglesia católica, pero la mujer aún no es bienvenida y ahí no hay cuota de género y subrayó que la mayor parte de los políticos son católicos que aprenden muy bien lo que les conviene, como la discriminación de la mujer “que no viene de Jesús, porque la admiró y le dedicó tiempo y puso en ella la fuerza del cambio”.
“Muchas veces las autoridades no toman su compromiso por la verdad y son opacos, no toman su compromiso por la justicia y la obstruyen. Hoy la mayor parte de nuestros políticos aceptan a la mujer por la cuota de género pero difícilmente ha habido la vocación por parte del estado y de la iglesia de un verdadero aprecio a la mujer”, afirmó.
Lamentó que hoy se tengan autoridades que obstaculizan, que se sienten incómodos, porque una mujer está luchando por la dignidad y la justicia, al tiempo que pidió sentirse identificados con la lucha de la mujer.
“Tenemos que reconocer la parte que no ha sido reconocida en la mujer y que es indispensable para todo cambio, es imposible que pensemos que México, Querétaro, puedan cambiar si no hay un reconocimiento verdaderamente a la mujer. El cambio se va a dar cuando las mujeres participen en todo”, insistió.
La activista de T’ek’ei, Aleida Quintana, destacó que cuando inició su trabajo fue por un gobierno que era omiso e invisibilizaba la problemática nacional de desapariciones, sin importar que causaba dolor.
“Agradezco su apoyo en cada uno de los momentos sobre todo en los difíciles, donde no sabía qué hacer, donde me sentía abrumada, con miedo. Unamos fuerzas, la situación del país no solamente nos invita a impulsar diferentes luchas, sino que es urgente”, declaró.
Durante la entrega de la medalla, un grupo de familias denunció que Aleida Quintana no trabaja por los desaparecidos porque no voltea a ver a los afectados.
Entre gritos de “fuera”, los que protestaban exigieron que no se entregara el reconocimiento porque no se acerca a ellos a ayudarlos.
“No hay una sola familia reconocida. Señorita Aleida: no la conocemos. Ella en su comité tuvo formas de agarrar nuestras entrevistas, cambiar nuestros nombres para poner que nuestros desaparecidos eran mujeres, esa es una farsa, esa no es verdad, nosotros sí tenemos amenazas reales, vivimos todos los días bajo amenazas, hay familias a las que les han balaceado sus casas”, insistió una mujer que se identificó como Yadira González.