Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
El mes de la Patria se acerca y fechas cruciales pueden determinar el futuro inmediato de nuestro país: la definición de quien será el que gobierne a partir del 2024. Mientras, vamos caminando por un sendero que en momentos se convierte en paseo de mentiras. Estas surgidas como avalancha del grupo opositor y algunas, amenazantes, de Morena, del ex canciller Marcelo Ebrard. Su encono llega al extremo de surcar su vía hacia la secretaria de Bienestar, como un rasguño que se sale del camino trazado. Su posición está definida, aunque diga lo contrario. En ese mes llegó (1899) y se fue ( 1986), el autor del título sugerente Paseo de mentiras (Séneca, primera edición 1940, muchas ediciones posteriores) Juan de la Cabada. Algunos críticos de su obra, dicen que el título de su libro interpretaba el actuar de los mayas, del paseíto de mentiras, pequeño, frente al largo paseo de la vida hacia la muerte. Pero Juan, el escritor, el dramaturgo, el guionista, me dijo en una entrevista en 1980, que el título era alegórico, y que como muchos de los títulos de sus libros y cuentos, reflejaba parte de la realidad que había vivido. Inmerso como había estado en la lucha por un mejor país, protestaba contra los que buscan escalar el poder y en ese caminar de ambición apoyado por cómplices que pretenden disfrutar un futuro cercano, rebasan todas las circunstancias.
LAS MENTIRAS DURAN MIENTRAS LA VERDAD LLEGA, DICE EL DICHO POPULAR
Todo lo que llevan los que aspiran al poder en este momento va surgiendo en sus actitudes y en lo que expresan cada vez que aparecen en público: la verdadera catadura se exhibe y es un ejercicio importante ante el público, porque éste conoce realmente quienes son los que tendrán el destino del país en sus manos, Ya van cayendo, como la mujer inventada y los dos que quedaron con ella. Y se asoma esa diatriba en el seno de otros grupos como el MC, que espera como paciente ave de rapiña los desenlaces y los que dentro del partido que domina al país, laceran y mienten por la desesperación de un poder que se les escapa. Es un espectáculo triste. El título de Juan de la Cabada ha trascendido el nombre y se aplica no solo en los paseos mendaces, sean los que sean, sino en los boulevares y edificios sobre todo en la natal Campeche, de Juan. Es un título por el que caminan a diario muchos campechanos y que pervive como advertencia de hechos consumados. El gran escritor que luchó contra Franco en España y dio clases para advertir del fascismo de la Segunda Guerra Mundial a muchos niños del país, tenía, además un gran sentido del humor.
LA VIDA Y OBRA DE UN ESCRITOR QUEDAN COMO EJEMPLO Y SE REFLEJAN
No todos los que escriben son ejemplares. Hay creadores de gran talento que tuvieron vidas complejas y traicioneras. Pero otros que surgen en la luminosidad, como como el que estamos abordando y ya lo hemos hecho en otras ocasiones. Juan (De todos modos Juan te llamas, un título), hombre original, singular y merecedor de un lugar más actualizado en la literatura mexicana, fue una persona inquieta que militó en el Partido Comunista Mexicano. Escribió muchos libros y entre sus guiones destacan Subida al cielo y La ilusión viaja en tranvía, filmes de Buñuel, entre otros, y ensayos. Pero su propia vida fue una lucha permanente que se estampó en su obra. María La voz, uno de sus conocidos cuentos que aparece en Paseo de mentiras, se convirtió en película. En aquella ocasión de la entrevista, Juan desempolvó unas calaveras resurrectas con grabados de la Gráfica Popular. Lo recuerdo leyendo, mientras sus ojos se achicaban por una carcajada contenida. “Cuates reaccionarios, viejos porfiristas, huertistas, rosarios de capitalistas…” ¿A quienes estaría aludiendo?