Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
Con un reconocimiento al profesionalismo de mi amigo de
años, Joaquín López Dóriga.
Martí Batres es un político con muchos adjetivos en su
contra.
Su historial político habla por sí mismo.
Su obsesión siempre ha sido ser jefe de gobierno de la
CDMX. Y para tratar de lograr esa obsesión ha recurrido ha
todo tipo de malas artes en los procesos electorales de las
elecciones en las que ha sido operador de la capital del país.
El domingo sucedieron en la CDMX dos hechos sumamente
sospechosos. Ambos en los que, de una manera u otra,
tiene que ver el mafioso político de MORENA, Martí Batres
Guadarrama.
Primero se declaró una alerta ambiental. que es
responsabilidad de la Comisión en cuestión, a la que, por la
cifra de los ciudadanos que acudieron a la marcha, no
espantó a nadie.
Nadie fue a la marcha en automóvil.
Ya las alertas emitidas por la CDMX tienen a los habitantes
de la CDMX, o de toda la llamada zona metropolitana,
tienen tan poca credibilidad como sus anuncios de que
atraparán a los delincuentes que cometen feminicidios o los
asaltantes de transportes público, con una serie de dudas
que prácticamente las convierte en unas alertas ineficaces e
increíbles.
Martí Batres dijo que los manifestantes del domingo pasado
eran aproximadamente, entre diez o doce mil ciudadanos.
Personajes que asistieron a la marcha como Joaquín López
Dóriga, quien además transmitió un programa especial del
evento en TV Fórmula, en sus fotografías proyectaban la
asistencia de cerca de medio millón de manifestantes.
Para Martí Batres resultaba más rentable proyectar
imágenes de personajes impresentables como Alito o
algunos panistas de la misma calaña.
Sin duda que la marcha fue en contra de que las elecciones
fueran nuevamente manipuladas por el gobierno. En este
supuesto por el propio AMLO.
Esa regresión de nuestra democracia, o sea que el gobierno
controle los procesos electorales, es lo que repudia la
sociedad. Esa sociedad que marchó en la CDMX y en
ciudades de gran importancia electoral de todo el país.
Las cifras de Batres son una más de las trucadas
informaciones que la 4T aprendió del PRI hasta que se le
derrumbó el sistema a finales de los años 90.
Lo que ha quedado claro es que los mexicanos queremos
una democracia sin que el gobierno meta las manos en los
comicios.
Así de sencillo es el móvil original de la marcha del domingo.