Líneas Quadratín
La violencia e inseguridad que azota a todo México terminó con la vida
de dos sacerdotes jesuitas cuando atendían, dentro de su iglesia en el
poblado de Cerocahui (sierra de Chihuahua) a un hombre perseguido por
criminales.
Los primeros reportes indican que ambos religiosos (Joaquín Mora
Salazar “el padre Gallo” y Javier Campos Morales) así como el
perseguido fueron acribillados y sus cuerpos desaparecidos, de la
misma forma que acostumbran en Zacatecas, Michoacán, Jalisco, Colima,
Guerrero, Durango, Sinaloa….
La comunidad jesuita de México y el mundo, a la que pertenece el Papa
Francisco, condenó el suceso.
“Condenamos estos hechos violentos, exigimos justicia y la
recuperación de los cuerpos de nuestros hermanos que fueron sustraídos
del templo por personas armadas”.
“También demandamos que de forma inmediata se adopten todas las
medidas de protección para salvaguardar la vida de nuestros hermanos
jesuitas, religiosas, laicos y de toda la comunidad de Cerocahui”.
En su cuenta de Twitter, la Compañía de Jesús refiere que ese tipo de
violencia no es aislada:
“Todos los días hombres y mujeres son privados arbitrariamente de la
vida, como hoy fueron asesinados nuestros hermanos”.
“Los jesuitas de México no callaremos ante la realidad que lacera a
toda la sociedad. Seguiremos presentes y trabajando por la misión de
justicia, reconciliación y paz, a través de nuestras obras pastorales,
educativas y sociales”.
A la condena universal se sumó el líder del Senado mexicano, Ricardo
Monreal quien llamó a reflexionar y a revisar la estrategia de
seguridad nacional.
El presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la
República, dijo que “es momento de reflexionar en el Congreso y de
revisar, con toda seriedad, el plan de seguridad en el que los
senadores tenemos la obligación constitucional de hacerlo”.
Tras exigir la urgente y rápida aclaración de “estos cobardes
asesinatos, y de todos los que están ocurriendo en el país” así como
la detención de los responsables envió su “acompañamiento de dolor a
la comunidad católica, de la que soy parte…”
Monreal Ávila lamentó que estemos en esta vorágine de violencia en el
país, que no haya sido detenida y que continuemos, después de varias
décadas de avanzar el crimen organizado en territorios completos del
país.
Es el momento de abordarlo sin tabúes, sin ideologías, sin intereses
partidistas y sin actitudes egoístas. Es momento de reflexión para el
país”.
En su conferencia mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador
se limitó a ubicar la Misión Jesuita en la sierra de Chihuahua: de
Creel hacia adelante, por Témoris. “es una zona de presencia de crimen
organizado”, según sus palabras.
¿Y…?
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