Inversión pública alcanza récord, pero Pemex y educación caen
QUERÉTARO, Qro., 25 de agosto de 2021.- Para los millennials, una buena parte de la población que se está vacunando o está por recibir el biológico, la salud es sólo uno de sus problemas; la generación nacida entre 1980 y 1999 es la más grande en México, vive una situación con nubarrones, ya que no cuentan, en la mayoría de los casos, con prestaciones sociales y perciben sueldos bajos.
De acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), los millennials representan 31 por ciento de la población económicamente activa, es decir 37.5 millones de mexicanos, según datos del Inegi.
Esta generación le ha tocado vivir dos grandes crisis económicas, la de 2008 y la de 2020, a la que se suma la pandemia más grande de los tiempos modernos.
“Laboralmente llegan tarde a un mercado de trabajo en el que el novato siempre es penalizado con precariedad, un reemplazo más fácil y con una liquidación más barata, una situación común en tiempos de recesiones”, comparte el licenciado Arturo Aguilar, abogado laboral.
Este grupo de edad, más los Centennials o Generación Z, que comprende a los nacidos entre 1999 y 2012, que hace unos meses al menos podían presumir de no sufrir los estragos por la COVID 19, también han perdido ese “beneficio”, ya que son quienes están presentando mayor número de contagios.
En Querétaro, el vocero organizacional Rafael López González, informó que en las primeras dos semanas de agosto se incrementaron cinco meses los contagios en población de 0 a 29 años, en relación con el mismo periodo del mes pasado.
La incertidumbre de salud y económica han generado una “tormenta perfecta” en el presente, representantes de Recurso Humanos del estado detallan que además de enfrentar condiciones económicas y sociales desfavorables, las personas entre 22 y 41 años deben trabajar para financiar las pensiones de sus padres y sus abuelos.
“En materia de pensiones, hasta antes de la reforma al sistema que entró en 2021, los millennials iban a recibir una tasa de reemplazo (porcentaje de su último salario) de 30 por ciento. Con los cambios legislativos, se espera que las pensiones aumenten 40 por ciento, según Hacienda. Sin embargo, sus padres y abuelos recibieron o van a recibir hasta 100 por ciento”, algo que contrasta de manera importante, comparte Ivonne Flores, de Sura Afores quien dijo que los beneficios más tangibles de la reforma de pensiones se darán hasta dentro de 10 años.
El ingeniero Santiago Uribe, a sus 32 años, explicó que muchas de las banderas que defiende su generación se deben más a una adaptación a la precariedad, que a realmente estar convencidos de sus ventajas.
“Nos han ubicado, o nos hemos ubicado como una generación con distintos hábitos de consumo, muchos compartimos vivienda o vivimos cerca de nuestro trabajo, no tenemos carro y cambiamos seguido de trabajo, pero mucho de ello es una adaptación a los tiempos económicos que vivimos y le hemos dado una visión de querer cambiar el mundo, pero a veces el origen puede ser la falta de recursos o ventajas como antigüedad y seguridad en los empleos”, compartió el ingeniero, quien aún está pagando su carrera profesional, la cual terminó hace casi 8 años.
En Querétaro la población menor a 36 años enfrenta el problema de vivienda ya que la entidad se caracteriza por ser la segunda entidad más costosa en el país, según un estudio de BBVA.
Las entidades con los costos relativamente más elevados en la renta de una vivienda fueron Querétaro (3,759 pesos mensuales) –segundo sitio más caro a nivel nacional en renta e hipoteca para los ‘millennials’–, seguido de Nuevo León (3,637), Baja California (3,177) y Baja California Sur (2,952).
En temas de COVID, para el 23 de julio la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS)reportó más de 3 mil hospitalizados en el rango de edad de 20 a 29 y 8 mil en el caso de los adultos entre 30 y 39 años.
Por edades, los costos de atención en hospitales privados promedian entre 334 y 366 mil pesos para los rangos de 20 a 29 y de 30 a 39 años, respectivamente, un gasto que terminarán por cubrir, en muchos casos, las familias.