Líneas Quadratín
Con su reconocido olfato político, el presidente Andrés Manuel López Obrador consideró que el debate que se ha dado por la publicación de un reportaje sobre la línea 12 del Metro de la CDMX publicada en el NYT, estaba ya dando muestras de que pudiera ser una campaña de intereses políticos para enfrentar a dos de sus principales adelantados: Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard.
La verdad que los que conocen la manera de trabajar de los grandes periódicos de Estados Unidos saben que la publicación de un reportaje como el que confeccionó el NYT sobre la Línea 12 del Metro, solamente pudo ser con la autorización de los más altos niveles editoriales.
El editor en jefe del NYT, Publisher es la denominación en inglés del cargo, Arthur Gregg Sulzberger, es un joven y aguerrido periodista de sólo 40 años de edad, pero con una experiencia que lo ha llevado a ser Chairman de la Compañía que edita el TIMES neoyorkino, no pudo haber dejado que se publicara el reportaje sin que él lo conociera y dimensionara en sus efectos políticos y mediáticos.
O más claro, ninguno de sus reporteros le pudo haber metido un gol de ese tamaño al avezado Publisher de tan influyente medio de comunicación.
Después de publicado el reportaje, en México respondió uno de los afectados por el reportaje, el canciller Marcelo Ebrard. Y al parecer el titular de relaciones exteriores en su respuesta la dio también para defender el prestigio del empresario mexicano de mayor nivel, Carlos Slim Helú.
El pleito entre Claudia y Marcelo al que hizo referencia el presidente López Obrador tal vez surgió de una declaración no pedida de la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum en la dijo “no tener nada que ver con las filtraciones que contiene el reportaje del Times.
Marcelo salió al quite y fue contundente en su respuesta de la que consignamos tres párrafos que consideramos claves para el esclarecimiento de este embrollo periodístico:
“Antes de hacer las aclaraciones correspondientes, me permito abordar lo principal. Lamento profundamente la pérdida de vidas humanas por los hechos acaecidos el 3 de mayo pasado, al tiempo que reitero mis condolencias a los familiares y amigos de las personas fallecidas en la tragedia. Desde un primer momento, he manifestado mi disposición de colaborar para esclarecer los hechos y deslindar las responsabilidades respectivas.
La construcción de la Línea 12 del metro de la Ciudad de México representó la culminación de la aspiración por décadas de millones de capitalinos y habitantes del Estado de México, la mayoría pertenecientes a los sectores más desfavorecidos, de contar con un método de transporte moderno, económico, seguro y veloz, que los conectara del suroriente al centro y poniente de la ciudad.”
Y continúa diciendo en su respuesta al Times de Nueva York.
“Ahora toca conocer las razones que explican la tragedia. Una parte de la historia, la de la gestación y construcción de la línea, puede conocerse fácilmente a través de los documentos relevantes que se han hecho públicos. La parte de la supervisión y mantenimiento durante el sexenio posterior al que encabecé se mantiene en buena medida como una incógnita. Resulta, por ejemplo, imposible saber si la administración del Dr. Miguel Ángel Mancera realizó toda la labor de mantenimiento requerida en casos de sismos de cierta magnitud, o si los trabajos efectuados después del sismo se realizaron de la manera adecuada, dado que una importante cantidad de documentos fueron reservados.”
Finaliza:
“La tragedia de la línea 12 exige ahora una investigación radicalmente imparcial y escrupulosamente técnica, cuya única finalidad sea el descubrimiento de la verdad. Las víctimas, la opinión pública y la Ciudad de México merecen primeramente eso: la verdad de lo acontecido.
Queda claro que AMLO dio por terminado la falsa guerra entre Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard.
No cabe duda de que los especuleros de siempre siguen sin tener remedio.