“Él es Dios”, gritan miles de concheros en Querétaro

La danza es una forma de agradecerle al dador de la vida por nuestra existencia, es el modo en que hacemos nuestros pedimentos, en pocas palabras son nuestras misas, narran 

QUERÉTARO, Qro., 13 septiembre 2015.- Miles de hombres y mujeres bailan desde esta tarde en la explanada del Templo de la Cruz, al grito de ‘El es Dios’.
Así, comenzaron la Fiestas de la Santa Cruz con la conquista de Querétaro, con la ceremonia conchera que preserva la herencia ancestral otomí-chichimeca.
La historia narra que la fiesta de la Santa Cruz nació un 13 de septiembre con una gran reunión de concheros que danzan sus ritos chichimecas por todos los arcos, subiendo el Cerro de Sangremal para llegar al Templo de la Cruz, donde se apareció milagrosamente el apóstol Santiago patrón de la ciudad de Querétaro.
Esa noche es conocida como la Velación en la que los devotos bailan por más de 10 horas en turnos.
La celebración dura hasta el día 15 de septiembre cuando los concheros terminan su danza ancestral para seguir con la penitencia que termina con la misa de la Santa Cruz.
Dice la leyenda que apareció en la obscuridad del cielo y montado en un caballo blanco, Santiago Apóstol, portando en una de sus manos, una espada y en la otra una cruz resplandeciente, ante lo que los guerreros comenzaron una danza mientras gritaban y señalaban en todo lo alto «Él es Dios», sin embargo, de acuerdo a los concheros, aquel día que se danzo y se dijo «Él es Dios», se referían los chichimecas al eclipse que oscureció el campo de batalla, para ellos ese era su Dios.
Querétaro es cuna de esta centenaria tradición, y Don Atilano Aguilar el jerarca de la región, pues su antecedente es el más antiguo en las danzas, que iniciaron en la entidad alrededor del año 1800, en donde alguna documentación asegura que este caballero real fue originario del municipio de Tolimán.
La fiesta de la Cruz es una de las más importantes para los concheros y congrega hasta a 8 mil danzantes.
«La danza es una forma de agradecerle al dador de la vida por nuestra existencia, es el modo en que hacemos nuestros pedimentos, en pocas palabras son nuestras misas, es el modo en el que nosotros le rezamos a Dios por medio de la velación, que es donde le hacemos las ofrendas, incluso la ceremonia es parte de nuestra tradición, desde la velación, porque es donde se encienden las luces, es donde se le pide permiso a la Santa Cruz que está en el piso».