Historia de un «secuestro»; caso Teresa, Alberta y Jacinta 3-3
QUERÉTARO, Qro., 1 de diciembre de 2013.- INICIAN LAS INVESTIGACIONES: Días después fui requerido por la autoridad federal, quienes solicitaban las fotografías que había sacado durante el evento -principalmente al momento del pago del rescate- mismo que presencie; pues se había iniciado la averiguación previa correspondiente, la cual ahora se sabe es la No PGR/QRO/SJR-VII/064/2006, por el delito de privación de la libertad, en su modalidad de secuestro.
A través de los medios de comunicación -que desde mi punto de vista distorsionaron la información- me enteré que el 3 de agosto de ese, mismo 2006, Jacinta Francisco Marcial fue detenida por el delito que se le acusaba.
Años después, al parecer en el 2009, fui requerido por el juez de distrito, con sede en Querétaro, para comparecer en el caso de Jacinta; y para entonces ya estaban detenidas también Teresa González y Alberta Alcántara, cuyos abogados solicitaron que indicara metros exactos y cámaras que usé para tomar las fotografías que se me pusieron a la vista, respuestas que se dieron en tiempo y forma; pero en realidad no se dieron datos concretos pues era muy difícil recordar cada una de ellas, y más porque tomé casi un millar.
Tiempo después, los mismos agentes me informaron que se les estaba requiriendo para comparecer de nueva cuenta pero sus superiores se negaron a ello, toda vez que, se me explicó, uno de ellos había fallecido en el cumplimiento de su deber, dos más estaban en casos donde no podían dar su identidad, y otros ya no estaban laborando.
Con el tiempo se pudo saber que Jacinta fue sentenciada a 21 años de prisión, además de una multa por 2 mil días de salario mínimo de ese entonces.
Al revisar el caso de nueva cuenta se encontraron supuestas irregularidades, por lo que fueron solicitados a la defensa careos entre los agentes y las presuntas responsables, a sabiendas que los denunciantes ya no podían acudir al llamado, hasta donde se supo en esos días.
Ante ello, al caso entraron agrupaciones nacionales y extranjeros, donde se expuso lo que le ocurrió a Jacinta, solo a ella, pues la atención se centró en su persona y no en las tres indígenas.