
De una niña, el primer caso humano de influenza aviar A en México
El veneno contiene sustancias neurotóxicas y cardiotóxicas que ponen en peligro la vida.
QUERÉTARO, Qro., 7 de mayo de 2015.- Durante la temporada de calor aumenta la picadura de alacrán en el estado, por lo que se vuelve un problema de salud pública, que afecta con mayor frecuencia a los grupos más vulnerables, niños y adultos mayores.
El doctor Salvador Malfavón Prado, director del Hospital General Regional (HGR) No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), señaló que existen factores de riesgo, como los ambientales: zonas de construcción, rurales y en donde se ubiquen cosas viejas; por lo que se deben extremar precauciones, ya que a mayor cantidad de veneno en una persona de menor peso, así como el número de picaduras, aumentan las complicaciones en la salud.
“El veneno del alacrán tiene sustancias proteicas llamadas escorpaminas, algunas neurotóxicas, entre otras, que afectan el sistema nervioso central y otras cardiotóxicas, que pueden producir falla cardiaca o edema agudo pulmonar”, señaló Malfavón Prado.
Algunos de los síntomas que puede llegar a presentar un niño ante la picadura de alacrán son: el llanto enérgico o grito de forma súbita, ardor y adormecimiento en la zona de la picadura, angustia, salivación, sensación de un cuerpo extraño en la garganta, movimientos de los ojos hasta crisis convulsivas y problemas cardiovasculares graves.
“El tratamiento más importante es el suero antialacrán en diferentes dosis, de acuerdo a la clasificación de la gravedad; sin embargo, es indispensable que ante esta situación no se apliquen remedios caseros como ajo, beber alcohol o leche, huevo y que de manera inmediata acudan para que un médico valore la picadura y administre los medicamentos adecuados”, indicó el doctor Salvador Malfavón.