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CIUDAD DE MÉXICO, 30 de enero de 2019.- Es falso que la violencia y el acoso escolar forjen el carácter. El tiempo de calidad, el ejemplo y el amor son elementos que generan mecanismos positivos para solucionar conflictos pacíficamente, advirtió Javier Carreón Guillén, académico de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM.
El acoso escolar tiene diversas manifestaciones: agresiones físicas, sexuales, verbales y psicológicas, pero la que más ha ganado terreno es el ciberacoso o ciberbullying, que se da a través de las redes sociales para convertirse en un problema complejo.
“Es una vieja creencia pensar que para formarse como individuo se debe aprender a dar y recibir golpes, pues en realidad la violencia genera deshumanización y se corre el riesgo de convertirse en seres agresivos”, dijo el universitario en el marco del Día escolar de la no violencia y la paz, que se conmemora este miércoles.
De acuerdo a un comunicado de la Máxima Casa de Estudios, la mejor manera de formar carácter, indicó, es a través de mecanismos que permitan al individuo solucionar conflictos sin que medie la agresión.
“Para establecer una conducta positiva en los hijos se requieren tres elementos: presencia, los padres deben ofrecer lo más posible tiempo de calidad para que los niños aprendan a comportarse; eso lleva al segundo elemento, que es la conducta ejemplar, y el tercero es el amor”, afirmó.
Sin embargo, en la actualidad las agresiones van más allá de los golpes físicos, pues se enfocan en las emociones y entorno social del agredido.
Acoso cibernético
A decir de Javier Carreón, el ciberacoso se presenta con mayor frecuencia entre las personas nacidas a partir de la década de los 80, y su avance se debe al anonimato; el victimario tiene la pauta para agredir abiertamente, pues es difícil detenerlo.
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