Logra preescolar Rosario Alvarado distintivo de salud en Querétaro
QUERÉTARO, Qro., 17 de agosto de 2018.- La presencia de várices provocadas por el acúmulo de sangre en las piernas, no solo puede llegar a ser dolorosa, de no realizar acciones para estimular la circulación existe la posibilidad de que provoque dermatitis, úlceras, infecciones en la piel y trombosis (formación de coágulos).
La médico familiar del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Coahuila, Mayela Moreno Reyes, comenta que el funcionamiento inadecuado de las válvulas venosas de las piernas provoca inflamación y cambios en la piel que a la vista se observan como pequeños hilos parecidos a patas de araña, denominados várices.
Pueden ser de diferentes grosores, pero más allá del aspecto físico, lo realmente grave ocurre cuando se pasan por alto, ya que el padecerlas lleva a la dilatación y el alargamiento de las arterias lo cual se manifiesta con pesadez y cansancio de las extremidades inferiores.
Respecto a los síntomas más comunes destacan los calambres, comezón, inflamación, cambios en la coloración y temperatura de las mismas.
Moreno Reyes, explica que su aparición se previene al mantener un peso adecuado, no permanecer de pie o sentado por tiempo prolongado y evitar el uso de ropa ajustada.
Una vez que se presentan se sugiere utilizar medias o calcetines de mediana o alta compresión, evitar los zapatos de tacón y realizar rutinas de descanso en las piernas, tales como cambiar de posición y elevarlas durante algunos minutos.
El embarazo, la genética (personas con antecedentes familiares de várices) y las mujeres, son quienes tienen mayor probabilidad de padecerlas.
Como acciones preventivas la especialista sugiere realizar actividad física -indispensable para estimular la circulación sanguínea-, elevar las piernas mínimo 10 minutos durante el día y cambiar de posición de manera constante; cuando el trabajo se realiza sentada hay que pararse cada hora y si la actividad es de pie, hacer lo posible por no permanecer en una sola posición.
Si bien la enfermedad no tiene cura, las recomendaciones ya citadas permiten disminuir las molestias y evitar complicaciones.