Libros de ayer y hoy
Por Pablo Hiriart
Un Frente para Anaya
El Frente Opositor tomó vuelo en Chihuahua el fin de semana y sus promotores lo festejan en grande. Ricardo Anaya, presidente del PAN, es el gran ganador de esta apuesta.
Faltan por saber temas importantes de la razón de ser del Frente para tomarlo en serio, y para creerles que no buscan un “reparto de chambas”: el poder por poder.
Primero el Frente y luego el candidato, concluyeron en Chihuahua personajes como Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Alejandra Barrales, Ricardo Anaya, Santiago Creel, Javier Corral y Emilio Álvarez Icaza, entre otros.
Y sobre el contenido programático del Frente, Cuauhtémoc Cárdenas puso la agenda de objetivos básicos a seguir: reforma fiscal y recuperación del manejo de los recursos naturales por parte del Estado.
A ver, PAN: ¿van a echar abajo la reforma energética?
¿Van a ir a una segunda expropiación petrolera?
Gobernar un país no es lo mismo que hacerlo en un estado, donde se trata casi únicamente de administrar. Para gobernar México se requiere un proyecto de nación.
Por eso es pertinente la pregunta a Anaya, Creel, Corral y otros: ¿eso van a hacer? ¿Recuperar el manejo de los recursos naturales por parte del Estado? ¿Qué significa?
Significan dos cosas: derogar la reforma energética y expulsar a las compañías extranjeras que ya exploran exitosamente en el país.
Plantean, en voz de Cuauhtémoc Cárdenas una nueva reforma fiscal. ¿Están pensando en lo mismo Cárdenas y Muñoz Ledo y los panistas cuando se habla de reforma fiscal?
Ese sector de la izquierda quiso poner en la Constitución de la Ciudad de México un “impuesto a la plusvalía”.
¿Eso es lo que van a hacer a nivel nacional? ¿No? ¿Entonces qué reforma fiscal?
Un gran ausente de la cumbre frentista en Chihuahua fue el tema de Venezuela.
Se trata de una definición toral para entender el proyecto de país del Frente.
Ahí estaban sentados a la mesa los que en estos días se han solidarizado con la dictadura de Nicolás Maduro y el líder de un partido que ha guardado silencio en torno a esa barbarie -Ricardo Anaya-, pero cuya militancia es decididamente opositora al régimen venezolano.
¿Qué van a hacer en política exterior? ¿Lo que plantea Cárdenas o lo que piensa el panismo?
Acordaron un gobierno de coalición que concrete los cambios que exige la sociedad mexicana.
Muy bien. ¿Cuáles son esos cambios? ¿El de la estrategia de seguridad que arrancó Felipe Calderón? Puede ser. Digan qué van a hacer, cuál será la novedad en su estrategia.
Legalizar las drogas dicen unos de los que se reunieron en Chihuahua. Por ningún motivo, dicen los otros. ¿Qué van a hacer?
Van a combatir la corrupción. Perfecto. Eso dicen todos los demás partidos. El punto es cómo. Hay sobre la mesa un espléndido Sistema Nacional Anticorrupción y los legisladores de los partidos que estaban en la mesa de Chihuahua no han elegido al fiscal anti corrupción.
Un cambio que el país requiere con urgencia está en la política social, que no sirve para fomentar valores en la comunidad pues se limita a repartir cheques a los que etiqueta como pobres. De eso no se habló en la reunión de Chihuahua.
Se necesita mayor crecimiento económico. ¿Lo van a conseguir con el estatismo de Cárdenas o con el liberalismo del PAN?
Vamos a ver qué sale de ese amasijo ideológico. Por lo pronto, el gran ganador fue Anaya.
Se mantiene en los reflectores y seguirá ahí hasta el último día de la presidencia partidista, que no va a dejar, para cerrarle el paso a Margarita Zavala.
Desde la presidencia del PAN tiene el control sobre los gobernadores panistas: ¿quieres a tus allegados como candidatos al Senado o a diputaciones? Vente conmigo. ¿Tienes proyectos personales en la política, gobernador? Vente conmigo.
El Frente le va a servir a Anaya, a nadie más. Aunque no se concrete.