Líneas Quadratín
Con la salida de Manlio Fabio Beltrones de la presidencia nacional de su partido, el PRI pierde a un político formidable, y el país también.
Es una injusticia que Beltrones tenga que pagar con su renuncia el descalabro priista en las pasadas elecciones. Pero nadie dijo que la política fuera justa.
La derrota del PRI no fue por Manlio, sino por gobernadores que ejercieron el cargo como calígulas, y también por la falta de corrección de errores del gobierno federal.
Se equivocó el gobierno al no hacer cambios en el gabinete para combatir la percepción de impunidad que se manifiesta de manera evidente en todo el país.
Fue un error grave consentir a gobernadores que se enriquecieron en el cargo, dejaron la seguridad en manos de la delincuencia y se dedicaron a la buena vida.
Ningún partido aguanta eso.
Mucho menos si el gobierno abandonó la batalla de las ideas contra los adversarios de la modernidad, que se adueñaron del micrófono ante la indiferencia de funcionarios que debieron dar la cara por las reformas.
El gobierno subestimó al sector intelectual y a formadores de opinión, a los que ninguneó desde el inicio de su mandato.
Es inconcebible que el renglón más repudiado del gobierno por parte de la ciudadanía sean las reformas.
Lo anterior acusa la equivocación del gobierno al no formar un amplio círculo de aliados para defender y promover los cambios estructurales históricos que se han producido en el país.
Creyeron que ganaban la batalla solos, sin necesidad de respaldo social.
No hubo reflejos para enfrentar con éxito la crisis de credibilidad en la casa presidencial y en el gabinete. Al contrario, se puso a cuates en los puestos claves de la transparencia y rendición de cuentas.
Se dio una mala lectura de los resultados electorales del año pasado. Cantaron victoria con la peor votación del PRI en comicios intermedios, y se creyeron su propio cuento: vamos bien y el humor social es cosa de unos cuantos. No rectificaron en nada.
Ahí están las causas de la derrota del PRI, no en la dirección de Beltrones.
¿Qué va a hacer el PRI ahora? ¿Se va fulano y llega perengano?
Sería un gravísimo error que los priistas tomaran la renuncia de Beltrones como la solución a sus problemas electorales.
Lo que está en juego es el país, su futuro inmediato. A mayor indiferencia del gobierno por el mensaje de las urnas, más grandes son las posibilidades de que el populismo retardatario llegue a Los Pinos, en el cercanísimo 2018.
Tal vez sea demasiado tarde, pero resulta obvio que el gobierno federal necesita recomponer lo malo y potencializar lo bueno, que es mucho.
Hay que defender la reforma educativa y cerrarle el paso al populismo que no quiere que los estudiantes aprendan a pensar. “Eres ignorante, te doy subsidio y me pertenecen tu voto y tu asistencia a los mítines”
No se puede regresar al México de los monopolios, públicos y privados.
Sería una desgracia monumental que volvamos al país cerrado en lo comercial, con control de cambios, inflaciones elevadas y Banco Central sin autonomía.
Lo que estamos viendo es una disputa por la nación, y en esa batalla Beltrones era un activo invaluable.