Universo Pyme/Eduardo Torreblanca Jacques

Mucho cambio, pocas nueces

Rogelio Ramírez de la O. ha sido presentado ya como relevo de Arturo Herrera como responsable de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Un relevo importante tomando en cuenta la función que cumple esa cartera dentro del gabinete.

La pregunta es si Rogelio llegará a dar continuidad a lo que hizo Arturo.

El Presidente de este país afirma que en materia económica vamos bien pero me parece que si fuéramos bien no tendría sentido cambiar al titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público solo para promoverlo como Gobernador del Banco de México. Pensando en beneficio del país, primero sería la continuidad y luego el premio a la lealtad.

Hay carteras en las que los cambios demuestran o parecen indicar insatisfacción en los resultados obtenidos. Viéndolo así y tratando de ser generoso con quien, estoy seguro, ha realizado el mejor de sus esfuerzos en su gestión, Herrera es relevado para tratar de obtener de la política económica mejores resultados de los hasta ahora obtenidos por más que el Presidente afirme que “en economía vamos bien”.

Lo dice de dientes para afuera, pero le puedo asegurar que el Presidente sabe que las cosas no están tan bien como dice que cree.

Rogelio Ramírez de la O es un conocido del titular del Poder Ejecutivo. El Presidente le confía al grado de Doctor en Economía por la Universidad de Cambridge. Sabe mucho mejor y al detalle el promovido para la SHCP que el país no va bien y que no hacer algo para que vaya mejor condena a esta administración a que concluya con un mediocre crecimiento menor a uno por ciento promedio anual al término de 2024.

Solo sería más nefasto el que se obtuvo durante la gestión de Miguel de la Madrid Hurtado que consiguió apenas un crecimiento promedio anual de 0.21%. Fuera de eso un crecimiento mejor al uno por ciento sería el más malo desde antes del año 1900.

Por ello, la pregunta es si Rogelio llega a no hacer nada más de lo que ya se ha hecho y si va a recibir los rotundos no que muy seguramente recibió Herrera cuando planteó al Presidente la oportunidad de echar adelante un plan económico de emergencia para incrementar el empleo formal o aumentar la inversión.
No.
O confiar en la inversión privada nacional y acercarse al empresariado.
No.
O plantear programas contracíclicos para fomentar la actividad económica en las regiones del país que más lo requieren. O posiblemente poner a trabajar a la Banca de Desarrollo en detonar financiamiento para fomentar las inversiones en áreas clave del ejercicio económico.
No.

¿Viene a cambiar algo o a administrar el tiempo? Porque en sus manos está la estructuración del presupuesto del 2022 que esperemos no siga siendo austero hasta la médula o bien suponemos que replanteará la iniciativa de Ley de Ingresos para que el Gobierno tenga más recursos para invertir y seguir creciendo las bolsas que sirven para dar dinero a los sectores pobres que tanto preocupan al Presidente.

¿Meterá Rogelio las manos en Pemex que representa el principal riesgo de perder el grado de inversión como país? ¿Lo hará en la CFE y en la política energética o, simplemente, nada hará?

¿Cree usted que una persona apuesta a arriesgar su prestigio personal, que no es malo, solo para complacer a un amigo al que aprecia para terminar un gobierno y ofrecer al país el segundo referente de crecimiento y desempeño económico más mediocre en cien años?

Yo no creo.

Rogelio Ramírez de la O se convierte en el tercer Secretario de Hacienda y Crédito Público de la presente administración. No es bueno el registro de dos cambios en esa cartera administrativa cuando no llega el tercer año de gestión de AMLO.

Vicente Fox tuvo un solo Secretario (Francisco Gil Díaz), tres Felipe Calderón y tres Enrique Peña Nieto.

Mucho cambio para resultados que quedan tan atrás de lo necesario.

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