Planea pareja un robo y fueron detenidos; ya están en prisión
MORELIA, Mich., 25 de septiembre de 2021.- La tarde del 25 de septiembre de 2020 las voces de los morelianos se unieron para exigir justicia en el caso de Jessica González Villaseñor, horas después del hallazgo de su cuerpo inerte.
A un año de esta primera protesta, la investigación no ha concluido, no hay una sentencia emitida y los familiares de la víctima alertan del riesgo de impunidad. Son dos los amparos interpuestos por la defensa de Diego N., presunto feminicida de Jessica Villaseñor, los que mantienen en suspensión el procedimiento, que se pretende derive a un juicio abreviado.
Sin embargo, familiares de González Villaseñor rechazan esta posibilidad por la reducción de la pena corporal de 20 a 14 o 15 años y el beneficio de revisión que tendría el imputado a los siete años.
Las leyes mexicanas establecen que la justicia debe ser pronta y expedita, pero, por lo menos para la familia de Jessica González, el proceso ha sido largo y tortuoso.
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Jessica González fue reportada ante la Fiscalía General del Estado (FGE) como desaparecida el 21 de septiembre de 2020, horas después de que sus seres queridos perdieran comunicación con ella.
Una alerta Alba fue emitida para tratar de localizar a la joven, de 21 años y de profesión docente. La información recopilada permitió definir que había tenido contacto con un amigo, de cuya declaración se extrajo que la última persona en conocer su paradero fue un joven identificado como Diego N.; asimismo, se pudo ubicar, el 22 de septiembre, su teléfono móvil en la tenencia de Atécuaro, donde residía el padre de Diego N.
Ante la incertidumbre, familiares y amigos de González Villaseñor se manifestaron el 23 de septiembre, en las inmediaciones de Palacio de Gobierno, para reclamar a las autoridades la localización de Jessica González, con vida.
Funcionarios estatales y municipales ofrecieron a los familiares de la docente acompañamiento, como fueron los casos del gobernador Silvano Aureoles Conejo y Nuria Hernández Abarca, entonces titular de la Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres (Seimujer).
Aún se encontraba activa la manifestación, las colectivas feministas y familiares y amigos de la joven docente bloqueaban el anillo periférico y se preparaban para marchar hacia la FGE, cuando corrió la noticia del hallazgo de Jessica González.
Primero, como un rumor alimentado por el paso de unidades del Servicio Médico Forense (Semefo), después, una certidumbre, se dio a conocer que el cuerpo de la joven había sido encontrado en una zona boscosa al sur de Morelia.
Así, el 25 de septiembre, por la tarde, en las cercanías del fraccionamiento Montaña Monarca elementos de seguridad pública encontraron a González Villaseñor, muerta aparentemente por asfixia y con signos de descomposición.
Poco después, colectivas feministas y familiares y amigos de la víctima se movilizaron frente a Casa de Gobierno para exigir justicia para Jessica.
Presunto feminicida El 30 de septiembre, en Jalisco, fue aprehendido Diego N., quien según las primeras investigaciones fuera la última persona en ver con vida a González Villaseñor y estaría involucrado en su muerte.
La primera audiencia del caso se registró el 1 de octubre y se solicitaron cuatro meses para la investigación, a cuyo término la FGE requirió dos meses más. La defensa de Diego N. tramitó dos amparos, lo que llevó a la suspensión definitiva del proceso, en tanto se resolviera la causa de fondo, lo que no implicaba la terminación de la investigación o la puesta en libertad del individuo.
Desde un primer momento se cuestionó el supuesto vínculo entre un funcionario estatal y el ahora imputado, lo que fue considerado causal de los rezagos en el tratamiento del caso, pese a que el presunto familiar de Diego N. rechazó tener un parentesco con él.
En febrero de 2021, la avenida Madero se cubrió por zapatos rojos, símbolo de las mujeres, adolescentes y niñas víctimas de feminicidio, en memoria de Jessica González. Luego de aquella primera protesta, tras el descubrimiento del cadáver de la joven docente, su nombre de manera reiterada se dejó escuchar en las manifestaciones feministas y contra la violencia de género, en la marcha por el Día Internacional de la Mujer, y como un reclamo desde la fuente de Las Tarascas.
Muros y monumentos en Morelia se cubrieron con su nombre y rostro, mientras desde diferentes espacios sus familiares reiteraron la inconformidad ante una justicia que no llega y que “pareciera cuidar más de los derechos del victimario que de la víctima”.
Recientemente, en una audiencia donde intervino el perito a cargo de la necropsia de Jessica González y que no representa un seguimiento del proceso judicial, se explicó que su muerte no fue inmediata y se produjo con crueldad, resultado de 31 golpes, en cara, pecho, piernas y muslos, que no fueron suficientemente fuertes para romper la bóveda craneal, pero sí para causar lesiones cerebrales que al cabo de posiblemente horas le costaron la vida.
Instituciones y gobierno apestan a sangre: familiares de Jessica González A un año de la desaparición y feminicidio de González Villaseñor, su familia aún aguarda una resolución que sanciones al responsable, sin que, en sus palabras, se haya visto un avance en el caso.
Por ello, Cristo Adán González, hermano de la joven docente, refirió que este martes se tendrán diversas actividades, que arrancarán con una conferencia de prensa en frente del Palacio de Gobierno.
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