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QUERÉTARO, Qro., 23 de julio del 2023.- En medio del creciente conflicto entre Ucrania y Rusia, una serie de ataques con drones bomba llevados a cabo por Ucrania paralizaron la estratégica península de Crimea, mientras que Rusia amplió sus ataques en múltiples regiones del país vecino. Los acontecimientos recientes han elevado las tensiones entre las dos naciones y han dejado un saldo de víctimas y daños significativos en diversas áreas.
Según informes del gobernante de Crimea designado por el Kremlin, Serguei Aksionov, la defensa antiaérea de Rusia logró derribar 17 drones ucranianos, mientras que 11 fueron neutralizados con recursos radioelectrónicos, evitando que alcanzaran sus objetivos previstos. Sin embargo, uno de los drones logró impactar un depósito de municiones en el centro de la península, desencadenando varias explosiones e incendios en la zona. Aunque las autoridades no han reconocido víctimas humanas por este ataque, la detonación resultante llevó a la evacuación de los habitantes del distrito Krasnogvardeiski en un radio de 5 kilómetros.
Para minimizar los riesgos y garantizar la seguridad, las autoridades decidieron suspender provisionalmente el tráfico ferroviario en la península de Crimea y cerraron el puente de Kerch para el transporte durante varias horas.
Mientras tanto, el mando militar ucraniano reportó una serie de ataques por parte de Rusia en 11 regiones de Ucrania en un lapso de 24 horas. Los ataques incluyeron el uso de misiles, drones, artillería, tanques, morteros y aviación en ciudades como Kirovograd, Chernigov, Sumy, Dniepropetrovsk, Zaporiyia, Járkov, Lugansk, Donietsk, Nikolaev, Odesa y Jersón. Los enfrentamientos dejaron un saldo trágico, con al menos nueve civiles muertos, numerosos heridos, edificios residenciales y vehículos destruidos, así como extensas áreas de sembradío en llamas, principalmente trigo y maíz.
Además, ambas partes se acusaron mutuamente de utilizar bombas de racimo durante los ataques. Cabe destacar que este tipo de munición está prohibido en más de un centenar de países, pero no en Rusia ni Ucrania, ni tampoco en Estados Unidos, que ha suministrado este tipo de armamento a Ucrania.
El conflicto sigue evolucionando con consecuencias devastadoras para ambas naciones y ha generado una creciente preocupación a nivel internacional. La comunidad internacional continúa llamando a la calma y al diálogo para buscar una solución pacífica y duradera a esta crisis. Mientras tanto, la incertidumbre y el temor se mantienen arraigados en la región, sin una clara perspectiva de resolución a corto plazo.