
Abre UPQ tercer proceso de admisión
QUERÉTARO, Qro., 27 d ejunio de 2025.- A 56 años de los disturbios de Stonewall y en el marco del Día Internacional del Orgullo Crítico LGBT+, la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) emitió un pronunciamiento en el que reafirma su compromiso con la defensa de los derechos de las personas LGBT+ y con la construcción de espacios universitarios que honren la dignidad de todas las identidades y expresiones.
La institución destacó que esta lucha tiene sus raíces en la resistencia de mujeres trans racializadas, trabajadoras sexuales, migrantes y personas de clase trabajadora que enfrentaron la violencia y marginación desde los márgenes de la sociedad. Por ello, la UAQ asumió la responsabilidad de preservar esta memoria histórica y garantizar que sus espacios académicos sean entornos de inclusión y transformación social.
Desde su carácter como universidad pública, la UAQ manifestó una postura crítica frente a la comercialización del movimiento LGBT+, señalando que la lucha por la diversidad no debe ser cooptada por intereses de mercado que despojan al movimiento de su capacidad transformadora. “Nos posicionamos en favor de una perspectiva que privilegie la justicia social sobre las lógicas mercantiles”, enfatizó.
La Universidad señaló que asume la interseccionalidad no sólo como un marco teórico, sino como política institucional, reconociendo que las personas LGBT+ enfrentan múltiples formas de discriminación que se cruzan con el racismo, clasismo, xenofobia y capacitismo. En ese sentido, se comprometió a desarrollar rutas institucionales que contemplen estas experiencias, promover investigaciones enfocadas en poblaciones históricamente marginadas y generar espacios de diálogo donde estas voces sean escuchadas e incorporadas en las decisiones universitarias.
Asimismo, la UAQ destacó la importancia de rescatar y valorar saberes y epistemologías latinoamericanas que han resistido la imposición de modelos homogéneos, y anunció el impulso de líneas de investigación que analicen las formas coloniales de control sobre los cuerpos y deseos, así como las resistencias surgidas desde los territorios.
Finalmente, la Universidad convocó a su comunidad a construir redes de cuidado colectivo que sostengan la vida y el bienestar de todas las personas, entendiendo el cuidado no como un deber individual, sino como una práctica ética y compartida. Invitó especialmente a las nuevas generaciones a apropiarse críticamente de esta historia y a continuar el camino hacia una sociedad más justa.