Anuncia Toluca a Antonio Mohamed como su nuevo entrenador
GUADALAJARA, Jal., 3 de agosto de 2021.- El sueño de repetir la gloria de 2012 terminó. México no podrá pelear por la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, luego de caer en penales frente a Brasil, por 4-1, luego de igualar 0-0 en 120 minutos. Eduardo Aguirre y Johan Vásquez fallaron los dos primeros cobros del Tricolor. Los sudamericanos no se equivocaron. Ahora, al Tricolor le quedará el consuelo de jugar el viernes (06:00) por el bronce, frente al perdedor del duelo entre Japón y España.
El arranque del encuentro fue muy complicado para México. Dicen que un equipo con aspiraciones de ser exitoso, debe saber sufrir en momentos de apremio. Y al Tricolor le tocó vivir eso en el Estadio Ibaraki Kashima. Apenas en el primer minuto ya había pasado el susto de ver la barrida de Antony, que no llegó a empujar el centro que venía desde la izquierda.
Era el aviso de cómo sería el encuentro: Brasil, dueño del trámite y México con una clara apuesta por el contragolpe. Las llegadas del equipo que dirige Jaime Lozano eran aisladas. Dependían de la velocidad de Uriel Antuna o de una pelota parada, como al ‘8, cuidando Henry Martín cabeceó un tiro de esquina, pero giró demasiado el cuello y se fue por un costado.
Pero el cuadro sudamericano monopolizó la pelota y entonces comenzó el verdadero sufrimiento. Llegadas peligrosas, una tras otra. Al ‘13, Guilherme Arana recibió un gran balón por izquierda, dentro del área quedó en posición franca. Define con un zurdazo potente, que Guillermo Ochoa aguantó perfecto y desvió a dos manos.
Al ‘19, Antony desde la orilla del área, disparó raso. De nuevo apareció la figura de Guillermo Ochoa para atrapar luego de tenderse. Tres minutos más tarde, tiro libre fuera del área para Brasil. El veterano Dani Alves cobró con potencia y una vez más el portero mexicano se tendió para desviar. En los momentos de mayor apremio, el arquero se alzó como figura.
Vino enseguida la jugada que partió el primer tiempo. Al minuto 27, Douglas Luiz gana la posición dentro del área y se frenó para provocar el contacto de Joaquín Esquivel, por la espalda. El árbitro búlgaro Goergi Kabakov cayó en la provocación y señaló penal. Vinieron fuertes reclamos de los mexicanos. El VAR llamó al silbante para revisar.
Luego de ver las repeticiones, se dio cuenta de lo ocurrido y anuló su decisión inicial. No hubo pena máxima.
Esa pausa le cortó completamente el ritmo a Brasil. Poco a poco, México se paró mejor en la cancha. Se sacudió el asfixiante dominio. Y comenzó a ver la luz. Alexis Vega cobró, al ‘37, un tiro libre frontal. César Montes se tendió de “palomita” en busca de conectar el cabezazo, pero la defensa desvió a tiro de esquina.
Enseguida, otra vez Alexis Vega. En campo propio, peleó por la redonda. Se quitó de encima a dos rivales y lanzó un largo trazo que proyectó a Uriel Antuna. Escapó El Brujo y cerca del área tocó al centro. Luis Romo pateó de primera. Disparo cruzado con promesa de gol. El portero Santos desvió a tiro de esquina y salvó a Brasil, al ‘41.
Agonizaba el primer tiempo cuando Sebastián Córdova envió, desde la izquierda, un centro pasado que dejó de frente a Uriel Antuna. El control no fue bueno, perdió un tiempo y cuando disparó cruzado, superó al arquero, pero estrelló el balón en el zaguero Diego Carlos, al ‘45. Se fue el balón a tiro de esquina y en el servicio, Henry Martín cabeceó por un lado.
Para el segundo tiempo, entró al campo Carlos Rodríguez en lugar de Joaquín Esquivel. México tuvo un poco más la pelota. Antes de cumplirse el primer minuto, Henry Martín probó de larga distancia, tras quitarse a dos de encima, pero su disparo terminó en las manos de Santos. El Tricolor ya equilibraba más el trámite.
El partido se cargó de nerviosismo conforme avanzaban los minutos. Los brasileños buscaron la falta en el área que les diera un penal, pero el árbitro no cayó en ese juego. El Tricolor no encontraba la fórmula para llegar al arco rival, pero controlaba mucho mejor que en el primer tiempo los embates de Brasil. Sólo hasta el ‘65, Antony pudo llegar a fondo, recortó ante la marca de Jesús Angulo y soltó un zurdazo que tapó Guillermo Ochoa.
Se acercaba el final. Era encuentro de máximo un gol. Y los brasileños estuvieron a punto de encontrarlo. Desde el costado derecho, Dani Alves lanzó un gran centro al corazón del área. Richarlison se levantó. Giró el cuello. Cabezazo colocado. Guillermo Ochoa voló, pero era imposible. La pelota pegó en el poste y cruzó el área sin que nadie la empujara. México se salvó de forma increíble, al ‘81.
El Tri sólo se pudo aproximarse al ‘84, con un tiro libre que pateó Alexis Vega. Dentro del área, César Montes cabeceó, pero el esférico terminó en manos del guardameta. Hacia el final del encuentro, Jaime Lozano retiró del campo a Vega. Ya habían salido Sebastián Córdova y Uriel Antuna. Los 90 minutos terminaron 0-0 y México ya no tenía en la cancha a tres de sus hombres más desequilibrantes para los tiempos extra.
La tensión apareció en los minutos adicionales, pues un error podía definir el pase a la batalla por el oro. Al ‘102, Luis Romo recibió un toque retrasar de Jesús Ricardo Angulo y disparó por encima del arco. Brasil respondió con un tiro de Guilherme Arana, desde afuera del área, que superó a Guillermo Ochoa, pero pasó a centímetros del poste, al ‘103.
En el segundo tiempo extra tampoco se movió el marcador y el pase a la Final de los Juegos Olímpicos tendría que definirse en penales. La tanda para desempatar el encuentro no pudo empezar peor para México. Eduardo Aguirre pateó primero, de derecha, cruzado y sin fuerza, para que atajara el arquero. Enseguida vino Johan Vásquez para estrellar su disparo de zurda en el poste.
El tercer turno del Tricolor lo cobró Carlos Rodríguez, el único que anotó. Pero por Brasil anotaron de forma consecutiva Dani Alves, Gabriel Martinelli, Bruno Guimaraes y Renier para sentenciar la victoria sin que los últimos dos cobradores de México tuvieran oportunidad de patear. Terminó el sueño de repetir la medalla de oro de 2012, pero se mantiene la esperanza de luchar el viernes por la presea de bronce.