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CIUDAD DE MÉXICO., 29 de junio de 2019.- La terapia ocupacional es una de las herramientas más efectivas para reducir la demencia o deterioro cognitivo en personas con diabetes, hipertensión o enfermedades del corazón, aunada a la atención en neuropsicología y el tratamiento farmacológico personalizado que brinda el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El Coordinador del Programa GERIATRIMSS en el Tercer Nivel de Atención, Juan Humberto Medina Chávez, afirmó que los adultos mayores con estos padecimientos tienen alteraciones en la memoria y las funciones mentales superiores antes de desarrollar demencia, esto afecta su capacidad de auto suficiencia, como la de tipo Alzheimer o vascular, que son las más frecuentes.
Para prevenir y tratar a tiempo las enfermedades crónicas degenerativas, recomendó acudir con el médico familiar a fin de controlarlas, llevar un envejecimiento activo y saludable para disminuir el riesgo de padecimientos neurodegenerativos.
Subrayó que es importante detectar el deterioro cognitivo en la etapa inicial para recomendar a los pacientes la práctica de actividades lúdicas, bailar, jugar, hacer manualidades, reír, cantar y socializar con otras personas, pues se ha demostrado que mejoran la capacidad cognoscitiva y la psicomotricidad fina y gruesa.
El también médico internista del Seguro Social explicó que para prevenir daños neurodegenerativos, los pacientes deben mantenerse activos con ejercicios físicos; controlar su glucosa y presión arterial; comer saludable, mantener su peso y de ser posible, tener una mascota de compañía.
El doctor Medina Chávez resaltó que estos pacientes por ningún motivo deben aislarse, ya que se acelera el proceso de deterioro mental; lo mejor es mantenerlos activos para que socialicen, bailen, platiquen, canten, caminen, revisen su álbum de fotos y cuenten historias, precisó.
Por lo general, expuso, las diferentes demencias pueden empezar alrededor de los 60/70 años y evolucionar en el transcurso del tiempo. Hay adultos mayores que hasta los 90 años pueden presentar algún cambio en su mente o memoria, lo cual pudiera considerarse deterioro cognitivo asociado a la edad.
Añadió que la demencia tipo Alzheimer comúnmente puede presentarse entre los 60 a 80 años, pero también a más temprana edad, alrededor de los 50 años; al igual que en la demencia vascular, secundaria a infartos cerebrales y asociada a diabetes, hipertensión o problemas cardiacos; que desencadena daños inmediatos con algún grado de deterioro cognoscitivo o demencia.
El especialista del IMSS precisó que el tipo de demencia secundaria a enfermedad de Parkinson, no solo daña las neuronas responsables de la rigidez propia de la enfermedad, sino que también influye en la pérdida de neuronas por la condición de memoria y juicio.
Aclaró que no todo olvido o cambio de comportamiento es demencia, pues de repente se olvidan cosas y la gente piensa “que le va a dar Alzheimer”, lo que es erróneo. En esta enfermedad el principal síntoma es la pérdida de la memoria, con frecuencia los olvidos esporádicos son parte de algún trastorno del ánimo, como ansiedad o depresión.
El doctor Medina Chávez señaló también la importancia de cuidar la salud de los familiares encargados de asistir a los adultos mayores con demencia o deterioro cognoscitivo, ya que por los extensos horarios padecen depresión, angustia, tristeza, apatía e irritabilidad y puede haber maltrato psicológico o físico, como consecuencia.