Líneas Quadratín
La federación tiene prisa.
Desea, y así lo ha comunicado a los Estados, su intención de encaminar ya el aparato económico hacia la normalidad.
Esto condiciona pasar con rapidez de semáforo rojo a naranja, luego a amarillo y, en unas semanas a verde.
Buena parte de los gobernadores no lo ven bien.
Máxime cuando el presidente ha repetido -lo hizo una vez más el fin de semana en Oaxaca ante Alejandro Murat– la inminencia de una tercera ola de contagios para fin de mes y principios de abril.
Esto les deja la carga.
En primera instancia, aunque les represente pérdida de popularidad en víspera electoral, analizan tomar decisiones restrictivas.
Hay lugares más expuestos.
Por razones tradicionales, Guerrero es el principal punto de atracción para los capitalinos durante las semanas Santa y de Pascua.
Decenas de miles atiborran playas, hoteles y tiempos compartidos sin respetar normas, como se vio en el puente Navidad-Año Nuevo.
Le siguen Cancún, Puerto Vallarta y Los Cabos.
Menuda responsabilidad, respectivamente, para Héctor Astudillo, Carlos Joaquín, Enrique Alfaro y Carlos Mendoza Davis.
En menor medida afectará a los fronterizos –Jaime Bonilla, Claudia Pavlovich, Jaime Rodríguez, Francisco García Cabeza de Vaca y Javier Corral– por las restricciones binacionales para cruzar.
NORMALIDAD EN ELECCIONES
Los gobernadores ven intenciones temerarias.
Como en México todo se politiza, dos de los gobernadores consideran un objetivo eminentemente político-electoral.
Se trataría, dijeron, de dar imagen de normalidad cuando las condiciones sanitarias no están para correr riesgos innecesarios.
Si la segunda ola logró contenerse en enero tras los desenfrenos de diciembre y Año Nuevo, opinan, nada costaría pedir un esfuerzo más a la población.
Una razón adicional sería el riesgo de posponer las clases presenciales, en cuya lista de espera ya están Sonora y Campeche, aunque la última palabra la tienen Claudia Pavlovich y Miguel Aysa.
Por el estado de ánimo pulsado entre mandatarios estatales, sólo se doblegarán ante una orden inobjetable.
Y la temen.
JUSTICIA Y RETO A PEIMBERT
1.- La vida le hizo un acto de justicia y con él un reto a Arturo Peimbert Calvo.
Lo premió porque era el principal candidato a presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), pero la orden superior fue imponer a Rosario Piedra Ibarra.
No estaría la Comisión como está.
Y el reto a Peimbert por el crimen de la candidata panista en Ocotlán, Oaxaca, el cual debe desentrañar desde su flamante posición de fiscal en el estado.
2.- Ayer, en el aniversario del natalicio de Benito Juárez, el gobernador Alejandro Murat planteó un país ideal:
Es obligación moral de los mexicanos, dijo, no utilizar la pandemia, no apostar al divisionismo, no sacar raja política de la contingencia y no lucrar “con alto tan sagrado como la salud”.
A ver quién lo oye.
Y 3.- sube el ruido por los desvíos de recursos en Chiapas reportados por el auditor superior David Colmenares.
Ocho mil millones de pesos en un año es mucho dinero y sobre en partidas tan sensibles como la seguridad pública y la educación.
Hará un ruido enorme al gobernador morenista Rutilio Escandón.