Líneas Quadratín
La especulación ha tenido algún sustento.
Muchos ven al ex gobernador de Chiapas Manuel Velasco como secretario de Gobernación, donde permanece Olga Sánchez Cordero.
Premio, se supo desde antes de las elecciones de 2018, al apoyo brindado por él y su grupo político a la campaña de Andrés Manuel López Obrador por la Presidencia de la República.
Postulado por representación proporcional al Senado de la República, Velasco dejó el Palacio de Gobierno de Tuxtla Gutiérrez en agosto pasado y causó polémica por el manoseo de la legalidad y de los cargos.
Pidió licencia como mandatario chiapaneco, tomó posesión como senador del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y de inmediato solicitó licencia como legislador para ser sustituto de sí mismo como gobernador de Chiapas.
Pero desde antes de aquella burla a sus electores en particular y a los votantes de México general, ha sido lazo de comunicación de López Obrador con los gobernadores del país.
Sobre todo con los de oposición -panistas, priístas, el perredista y el emecista- porque los del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) solamente reciben órdenes o atenciones superiores.
LA CONAGO YA VALIÓ CHETOS
Fue entonces cuando nació esta historia.
Alarmados por el avasallamiento del Andrés Manuel López Obrador y su agrupamiento, los gobernadores abordaron cómo actuar ante el futuro gobierno nacional.
Lo hicieron sobre todo en pares y en corrillos, aunque el tema también se abordó informalmente en una reunión informal de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago).
La tendencia general era agruparse, exigir el respeto al llamado Pacto Federal y fortalecer política y económicamente a las provincias, eufemismo de estados y municipios.
Poco duró ese espíritu.
A las primeras giras los mandatarios estatales se volcaron sobre el tabasqueño en reconocimientos, loas y ofrecimientos de apoyo.
Algunos intentaron resistirse.
Notoria fue la actitud de Silvano Aureoles, Enrique Alfaro y un panista impresentable pero de discurso iracundo.
La resistencia se venció con un gestor: Manuel Velasco habló con los rebeldes y hoy todos pagan con humillaciones, desamparo económico y de lo político ni hablar: ahí están los abucheos.
Por eso tiene razón Aureoles cuando afirma:
-La Conago ya valió chetos… ya no hay equilibrio de poderes.
MENSAJE DE ALITO A PALACIO
Aquí lo advertimos desde antes de su registro: Alejandro Moreno Alito se distanciaría paulatinamente del gobierno federal.
Así rompería la supuesta alianza con Andrés Manuel López Obrador, como fue etiquetado por sus malquerientes de dentro y fuera del PRI.
Ya mandó el mensaje a Palacio Nacional con motivo de los siete meses en el poder del tabasqueño:
El, acusó, “ha trastocado el principio republicano de separación de Poderes” y su gestión presidencial “ha sido negativa”.
Tocó los tres aspectos más preocupantes: la inexistencia del Estado de Derecho porque con el priismo se pasó de un presidente fuerte a instituciones fuertes y hoy vamos en reversa.
Se atenta contra el equilibrio democrático con el avasallamiento de la oposición y se pretende acabar con la política social de Estado para acreditarla electoralmente a un tlatoani y a un partido.