· De repente Mancera se convirtió en factótum del Frente Ciudadano

· Y Barrales es el único obstáculo para Monreal y cuadros populares

· México revisa a Trump: con las potencias es Laxo, con nosotros no

De repente, Miguel Mancera es factótum de todas las sucesiones.

O por lo menos de los principales, la Presidencia de la República y la Ciudad de México.

Van los elementos:

De su decisión y acción depende si el panista Ricardo Anaya se impone como candidato presidencial por el autodenominado Frente Ciudadano por México.

Si Mancera acompaña –como cabeza, vale aclarar- al también panista Rafael Moreno Valle y al perredista Silvano Aureoles en el reclamo de una elección primaria, vitalizará la democracia.

Pero también tiene una responsabilidad con la capital del país.

Alejandra Barrales ya se negó a ceder su postulación para jefa de Gobierno y eso regresa la historia: Ricardo Monreal está a un tris de quedarse al lado de Andrés Manuel López.

¿Para qué renuncia al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), si el Frente lo rechaza porque simplemente la dirigente perredista no acepta apearse?

Y nadie tiene ascendencia moral y política para orientar -y llegado el caso a exigir-, a Barrales su retiro de una competencia en la cual no aspira a nada, excepto el jefe de Gobierno.

Si él no interviene, no lo dude: Monreal permanecerá en Morena y Sheinbaum será la próxima jefa de Gobierno.

UN FRENTE REHÉN DE BARRALES

Con información dura podemos adelantar:

Como Alejandra Barrales ha roto las negociaciones, están las condiciones a Ricardo Monreal para permanecer en Morena y no por voluntad propia.

Es la escrituración de la capital a Andrés Manuel López a través de quien ha designado, Claudia Sheinbaum.

Luego no nos quejemos.

Diseccionemos:

Monreal reanudó en la semana negociaciones con los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista de México (PVEM), Nueva Alianza (Panal) y Encuentro Social (PES).

En conjunto le ofrecieron la candidatura para la Ciudad de México.

Les agradeció con un no.

Siguió su diálogo con los del Frente –PAN, PRD, MC- y todos le dieron su respaldo, pero Barrales se opuso una vez más porque, aseguró, hace seis años le pidieron hacerse a un lado a cambio del 2018.

¿Quiénes?

Según lo investigado por esta columna, Manuel Camacho, Marcelo Ebrard y el propio Miguel Mancera le prometieron apoyarla en la capital seis años después.

Con ese escenario, Monreal no puede ir a la aventura.

O va con toda la oposición a Morena o no va.

El problema es el paso del tiempo, pues mientras el Frente no tiene ni método, ni forma, ni ideología ni nada, El Peje y el partido de su propiedad están en la calle con avances significativos.

Dicho de otra forma:

El Frente Democrático por México es, en este momento, rehén de Alejandra Barrales.

MÉXICO Y CHINA: 2 CARAS DE TRUMP

1.- La delegación mexicana en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) puso vigilancia especial a la visita de Donald Trump a China.

Si allá hablaba de déficit comercial, como argumenta contra México, sustentaría su dicho.

Pero no habló de eso y, la interpretación de empresarios mexicanos como Vicente Gómez Cobo, de la Federación Mexicana de Lechería (Femeleche), da un diagnóstico:

-Juega con México por razones absolutamente políticas.

Y mire usted: Estados Unidos tiene un déficit comercial de 60 mil millones anuales con México, pero seis veces más –unos 360 mil millones- con esa potencia asiática.

Ah, Gómez Cobo participa en las renegociaciones del tratado.

2.- La toma de tribuna en la Asamblea imposibilitó al procurador capitalino, Edmundo Porfirio, presentar sus loros: 38.5 por ciento menos violaciones, 22.7 menos robos a transportistas, 20.6 menos secuestros, 13.8 menos cuentahabientes asaltados.

Pese a muchos dichos, la capital se mantiene como una de las ciudades más seguras del país y quizá eso no lo querían escuchar los diputados locales de Morena y del Partido del Trabajo (PT).

Y 2.- para quienes buscan buenos resultados, ahí está el de Mikel Arriola: el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tuvo un inédito superávit de dos mil 388 en 2016 y cuenta con recursos para asegurar su salud financiera hasta 2020.