Líneas Quadratín
· Ni Rocha ni nadie: ningún gobernador caerá
· Tienen manto presidencial, como Cuitláhuac
· Lenia/Yasmín, el futuro de la justicia en la 4t
Los de arriba lo saben:
No caerá ningún gobernador de la 4t.
Pueden ser malos como Rutilio Escandón, a punto de entregar un Chiapas inhabitable a Eduardo Ramírez, ex mitad priísta y ex mitad verde.
Muy malos como Cuitláhuac García, quien dejó Veracruz en ebullición social con sus venganzas, señalamientos de corruptelas y leyes atrabiliarias.
O pésimos como Rubén Rocha Moya, dado a pasear en el Distrito Federal mientras Sinaloa está incendiado con racimo de muertos diarios, desaparecidos y violencia generalizada.
La lista de mandatarios estatales morenistas es larga casi sin excepción, pero para qué seguir con sus nombres y apellidos si la sociedad los conoce con su baja eficiencia (10 por ciento) y discurso de lealtad (90 por ciento) al amo del movimiento en construcción en su segundo piso.
Ellos, los de ejercicio avanzado, apenas iniciado o por comenzar, pueden estar tranquilos porque no habrá ojo vigilante y menos censor para corregirlos y mejorar su ejercicio.
MÁS APOYO A ROCHA
Hay una prueba máxima:
La presidenta Claudia Sheinbaum ha prometido anexar a su gobierno a quienes dejen el poder, lo cual les da tranquilidad para contar con empleo, dinero, poder, influencia y fuero.
Para su fortuna, todos -incluido Cuauhtémoc Blanco en Morelos, premiado con una diputación federal para evitar al fiscal incómodo Uriel Carmona por desvíos y abuso de poder- han sido relevados por morenistas.
Esa es la primera protección.
Pero si no bastara la línea general aquí enunciada, la opinión expresada ayer en Palacio Nacional sobre el cuestionado Cuitláhuac García no deja duda:
Hizo un gran gobierno y por eso tendrá un cargo federal por decidir y eso lo aleja de cualquier riesgo, en especial del rechazo social y los reclamos de justicia por sus arbitrariedades.
Entre ellas destaque el encarcelamiento de José Manuel del Río Virgen, asesor principal en el Senado de la República o y por quien abogó el entonces líder Ricardo Monreal.
Con toda esta información vaya el principal tema: no caerá el gobernador -¿gobernador?- de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, por cuya salida suspiran empresarios, universitarios y sociedad en general.
LA JUSTICIA EN LA 4T
1.- No esperaron la salida del ministro Luis María Aguilar.
Desde antes comenzó una lucha sorda por la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para cuando el Poder Judicial pase plenamente al Poder Ejecutivo.
Hay dos contendientes dispuestas a tumbar a la ministra Norma Lucía Piña en cuanto se sepan los ganadores -ellas incluidas junto con Loretta Ortiz-: Jasmín Esquivel y Lenia Batres.
Las dos, Esquivel y Batres, se sienten con derecho, por ser cartas de Andrés Manuel López Obrador y en espera de la ratificación o veto de Claudia Sheinbaum.
Y 2.- otra lucha es menos pública, pero real.
La confianza presidencial está con el canciller Juan Ramón de la Fuente para renegociar el tratado comercial con Estados Unidos y Canadá (T-MEC), pero la experiencia la tiene Marcelo Ebrard.
Y el secretario de Economía lleva ventaja aunque haya perdido peso su relación con el yerno de Donald Trump, Jared Kushner, quien ya no es el principal operador de su suegro.
Ebrard sabrá acomodarse y ya trabaja en ello.