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QUERÉTARO, Qro., 1 de febrero de 2019.- A sus 30 años, José Alexander Rodríguez dejó su natal Honduras para sumarse a la caravana del migrante, pues darle una mejor vida su familia, trabajando en los Estados Unidos.
Apenas hace un año su vida era otra, en su país se dedicaba a realizar trabajos en la construcción, tenía una novia y vivía con sus padres. No le importó ser amenazado por las bandas delictivas para sumarse a sus filas, pues él quería vivir honradamente.
La vida le cambió en marzo de 2018, Silvia, su pareja, le dio la noticia de que iba a ser papá, por lo que buscó otras opciones laborales para tener mejores oportunidades, aunque no tuvo suerte.
La falta de empleo y la violencia eran una amenaza para Alexander y su familia, por lo que decidió sumarse a la caravana, ante la oposición de su pareja, quien quería que viera crecer a su hija.
“Las condiciones que vivimos en nuestro país, una es el desempleo y la otra la violencia, la intención es llegar a Estados Unidos y darle una mejor vida a mi familia”, indicó.
Hoy, Alexander sabe que no será fácil intentar cruzar a Estados Unidos; busca llegar a Arizona, donde asegura que tiene primos que trabajan de mojados desde hace años, pues su meta es que a su familia no le falte nada.
Como Alexander, poco más de mil personas pasaron por Querétaro rumbo a la frontera, donde se juegan la vida por un mejor futuro