Sobreviviente a violencia causada por su esposo, futbolista del América

MÉXICO, 10 de marzo 2020.- Recientemente, el mundo deportivo centró sus reflectores sobre el jugador del América Renato Ibarra, pues trascendió que el futbolista había sido detenido por agredir físicamente a su esposa.

Al inicio, Renato Ibarra trató de fingir que todo era un malentendido, por lo que escribió un mensaje que público en Twitter; sin embargo, al poco tiempo se dio a conocer que las autoridades lo habían detenido en su domicilio por golpear a su esposa, detalla Tv Notas.

El delantero de Las Águilas, de 29 años, golpeó a Lucely Chalá y a su hermana, quien fue identificada como Karen, de 24 y 31 años, respectivamente.

Así lo dijo:

Actualmente la víctima se encuentra hospitalizada y en recuperación tras las agresiones del futbolista profesional; sin embargo, y a pesar de su estado físico, Lucely dio una entrevista a la revista TV Notas en donde narra lo sucedido.

“Estábamos en la habitación y él me jaló del cabello y me empujó contra la pared. Mientras me pegaba, sus familiares, en lugar de detenerlo comenzaron a pegarle a mi hermana y luego a mí (…) Lo bueno es que en la casa estaba un amigo en común y nos metió a un vestidor“, aseveró.

Además de el dolor de ver a su hermana involucrada, la víctima relató que la peor parte de toda la agresión fue que durante el altercado, su hijo estaba presente.

Estaba mi hijo presente mientras ocurría todo, y lo peor es que de eso Renato estaba consciente; mi niño gritaba: ‘No le peguen a mamá, déjenla’, tenía una espada de juguete y les intentó pegar para defenderme“, confesó entre lagrimas.

Además, Lucely Chalá reveló que cuando la policía arribó al sitio dónde estaban, Renato Ibarra intentó distraerlos alardeando respecto a su postura dentro del América, además de que intentó sobornarlos.

Finalmente, la mujer destacó que sus confesiones buscan hacer un llamado sobre la violencia que sufren las mujeres. Chalá aseguró que tiene suerte de esta viva y aseguró que lo que vivió no se lo desea a ninguna otra mujer.