Bienestar Michoacán, el negocio de la corrupción a costa del infelizaje
CIUDAD DE MÉXICO, 21 de octubre de 2019. — El presidente de la República Andrés Manuel López Obrador reiteró que tiene su conciencia tranquila porque se tomó la decisión de no arriesgar la vida de la gente durante la violencia en Culiacán, Sinaloa, y será la gente de esa entidad quien en un futuro podrán señalar si se hizo bien o mal.
“Tomamos la decisión de evitar la confrontación, evitar el que se siguiera llevando a cabo esta violencia el jueves por la tarde, y que el propósito de detener esta acción fue el de salvar vidas, evitar una masacre”, afirmó una vez más.
Durante la conferencia matutina de este lunes en Palacio Nacional, aseguró que desde el primer momento contaba con la información del caso, y el posible riesgo de que perdieran la vida personas inocentes.
“Fue una situación bastante compleja y delicada, y no podíamos arriesgar la vida de las personas por la detención de un presunto delincuente, nosotros no vamos a nunca a optar por la guerra, confrontación, por el uso de la fuerza, lo que nos importa es la vida de las personas”, insistió.
López Obrador arremetió una vez más en contra de administraciones pasadas, en las que aseguró que la letalidad era una consigna desde el Gobierno.
“Los conservadores, corruptos que se padecieron en los pasados gobiernos aplicaron una política de confrontación y de violencia para supuestamente garantizar la paz y la tranquilidad y esa política insensata, inhumana, produjo más violencia, mucho sufrimiento, masacres”, dijo el Presidente.
“Había hasta la decisión de arrasar, de exterminar y lo demuestran así los datos de letalidad, de cómo fueron siempre más los muertos que los heridos y los detenidos, nosotros dejamos en claro desde un principio, está escrito en el Plan Nacional de Desarrollo que íbamos a cambiar esa política absurda, inhumana e ineficaz porque no dio resultados”, agregó.
De acuerdo a la evaluación del Jefe del Ejecutivo, si existen indagatorias y órdenes de aprehensión en contra del hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, Ovidio Guzmán, se tendrá que detener sin arriesgar la vida de civiles inocentes.
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