Reporta GCDMX 11.5 millones de peregrinos en la Basílica
CIUDAD DE MÉXICO, 2 de febrero de 2019.- En 12 años, por las manos de Karina Isla han pasado decenas de figuras de niños Dios a los cuales les ha dado de nuevo vida, algunos le llegan con raspones o fisuras leves pero hay casos en los recibe hechos añicos, al igual que el ánimo de sus dueños, pero con la maestría de está artesana pueden volver a los altares donde son venerados especialmente cada 2 de febrero en el día de la Candelaria, cuando se recuerda la presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén.
En el taller ubicado en la calle Talavera del Centro Histórico de la Ciudad de México, Karina se ha convertido en una de las restauradoras más buscadas cuando se trata de casos difíciles, ha intervenido piezas que cuentan hasta con 300 años de antigüedad y a las cuales el paso del tiempo o un descuido les ha provocado daños que a los ojos de cualquiera parecerían irreversibles.
“Me encanta verle la cara a la gente cuando le entregas a su niño, porque te los traen hechos pedacitos, y se los devuelves enteros, entonces su alegría y su sonrisa son inigualable”, sostiene.
En el oficio de Karina no solo requiere conocer de pinturas, pinceles, yesos, pastas, aditivos, pegamentos y resanadores, también se tiene que atender el carácter de cada niño Dios y entender porque algunos no se dejan restaurar.
Lee más en Quadratín México