Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
TEMA: SOMOS PRODUCTO DE NUESTRA FAMILIA
Hoy celebramos a la sagrada familia del niño Jesús y José y a María y San Lucas que es el único que nos habla de la infancia de Jesús por ser amigo de la Virgen María, nos habla primero del anuncio del nacimiento y anuncio del mismo, luego de la presentación y de la purificación de la virgen y presentación que se hacía a los 4 días del parto para poder entrar la mujer al templo.
Aparece un anciano santo que como todos los judíos esperaban la liberación del dominio de todos los pueblos y guiado por el espíritu santo, fue al templo y le pidió permiso a José y María de cargar ese niño tan hermoso que era Jesús, ese anciano había recibido la promesa de hacerlo antes de morir, advirtió a María que había nacido ese niño para formar dos grupos antagónicos, o sea peleados, los que iban a creer y los que no, en ese mesías y una espada (La pasión de Cristo) iba atravesar su corazón, alguno que los asustó.
También aparece una mujer, Ana, que se casó, enviudó y sirvió al templo de Jerusalén durante 60 años y como buena mujer informó (chismeó) a toda la gente de las maravillas de aquel niño.
Y muy importante aunque hay falsos evangelios del niño Jesús, hay una frase que habla con certeza de esa infancia, 5 cosas.
3 son comunes a los niños:
1ro – Creciendo de tamaño
2do – Fortaleciéndose
3ro – Instruyéndose por sus padres
2 extraordinarias:
1ro – Se llenaba de sabiduría, la sabiduría es como darnos a la voluntad de Dios, Para eso debemos meditar mucho en la biblia, por eso se les llama “Justos” por ajustar su vida a la fe y la vida de Jesús.
2do – La Gracia de Dios estaba con él, era santo, era el Dios mismo.
Me viene a la memoria uno de tantos pastores protestantes que les decía a sus fieles: “Dios me habló y me dijo que comprara con el dinero de ustedes y compró una flotilla de aviones Jets y construyera un hangar y una bodega par a mis 7 coches de lujo, millonarios como premio por haber construido su templo que lo hacen con dinero del narcotráfico y aparte una mansión para cada hijo, aparte de la mansión millonaria del pastor o pastora, los templos más grandes del mundo, como una pastora de Guatemala esclavizan a sus hijos para aparentar ser buena familia, prohibiéndoles divorciarse, no tomar vuelos comerciales, etcétera.
Se les olvida que Cristo nació en un pesebre en una cueva, no tuvo casa, ni tuvo ni un burro y el poco dinero lo cargaba Judas Iscariote, y la mayoría se lo robaba, también se lo recuerdo a los sacerdotes.
A veces Dios y la gente me socorre con dinero para hacer templos, carreteras, como ahora de piedra con cemento, los diezmos no son para el pastor o el sacerdote, sino para los pobres. La familia es la base de todo bien y todo mal.
Le decía un señor a su mujer:
Ya no te quiero te voy a dejar y me voy a llevar la cama, el refri y la estufa. Está bien, llévatelos, pero también los niños.
Esos no son tuyos, son del señor de la tienda de la esquina, es quien me mantiene.
Que Dios los bendiga.