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QUERÉTARO, Qro., 30 de marzo de 2018.- En una cortina de piedra maciza de 5.20 metros de alto, 22.4 de largo y 60 centímetros de grosor, enclavada a 80 centímetros debajo del suelo. Es una presa subterránea, la almacena y llega a comunidades que nunca la han tenido.
El agua está fría, es transparente y tiene buen sabor.
Así es el líquido de la población de la comunidad de El Pilón, municipio de Peñamiller, en la Sierra Gorda de Querétaro, nunca tuvo y menos en época de estiaje, como en estos días, donde el calor lo quiebra todo, allá por el monolito de la Peña de Bernal.
Es una presa construida en un estrado permeable que almacena 260 metro cúbicos de agua y que alivia desde hace 10 meses la sed de alrededor de mil habitantes de la zona, además de que sirve para el riego de 15 hectáreas, aunque puede llegar hasta 100.
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