
Se desplomó la ocupación hotelera durante verano en Playa del Carmen
CIUDAD DE MÉXICO, 17 de julio de 2025.- Las plataformas digitales dedicadas a ofertar alojamiento vacacional y de corta estancia constituyen un fenómeno disruptivo que revoluciona la dinámica de este sector y los procesos económico, social y urbano, explicó la investigadora posdoctorante del Instituto de Geografía (IGg) de la UNAM, Alejandra Garrido Rodríguez.
De acuerdo con la académica, se trata de uno de los máximos agentes de cambio en las ciudades, con gran capacidad transformadora de las sociedades; ha revolucionado el mercado de arrendamiento al conectar a propietarios y arrendatarios de manera eficiente.
Uno de esos sistemas, indicó, tiene presencia en más de 220 países y regiones, con un aproximado de ocho millones de anuncios activos en más de 150 mil ciudades y pueblos a nivel global, así como la participación de más de cinco millones de anfitriones y 200 millones de huéspedes, lo que representa “una radical transformación dentro de la industria turística y hotelera”, pero también del rubro de la vivienda en renta tradicional. Apuntó que existe una pérdida de viviendas destinadas al alquiler tradicional y que se han insertado en la dinámica de renta por plataformas digitales en donde hay mayor beneficio económico, pues la ganancia triplica las rentas tradicionales.
La experta en urbanismo destacó: “poco queda de esa idea de las plataformas colaborativas que buscan brindar espacios asequibles, compartir experiencias y conocer gente, u obtener un ingreso extra por alguna habitación disponible.
Hoy es una industria inmensa, un monstruo urbano que ha transformado mucho de lo que conocíamos”. La también profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales recordó que durante los primeros años de estas plataformas –2007, San Francisco, Estados Unidos; y Ciudad de México en 2009– se documentó sobre sus beneficios e impactos positivos.
Sin embargo, hoy en día están superados por las denuncias sobre sus repercusiones que van más allá de considerarlas una competencia desleal para los hoteles y formas tradicionales de hospedaje temporal y vacacional.
La nota completa en Quadratín México