Indaga órgano interno de la SRE supuesta boda en el Munal
QUERÉTARO, Qro., 23 de julio del 2023.- Desde las primeras luces del alba, miles de peregrinos y peregrinas provenientes del hermoso estado de Querétaro, llenaron las calles de la capital mexicana para rendir tributo a la Virgen de Guadalupe, patrona de México. En un acontecimiento de fervor y fe, los creyentes recorrieron más de 200 kilómetros para congregarse en la Basílica de Guadalupe y expresar sus devociones en un acto de unión y esperanza.
La jornada comenzó con una misa de despedida en la Catedral de Santiago de Querétaro, donde los peregrinos recibieron las últimas bendiciones y se encomendaron a la Virgen para emprender su travesía hacia la Ciudad de México. Ataviados con coloridas vestimentas, insignias y banderas, el grupo entonó cánticos de fe y esperanza que resonaron en el corazón de todos los presentes.
El camino, aunque desafiante, estuvo colmado de momentos de compañerismo y solidaridad, pues tanto jóvenes como adultos compartieron historias y experiencias, fortaleciendo la conexión entre ellos y reafirmando su compromiso con la religión.
Pasadas las últimas horas del día, los peregrinos llegaron a la majestuosa Basílica de Guadalupe. Las puertas del santuario los recibieron abiertas, simbolizando el recibimiento cálido y amoroso de la Morenita del Tepeyac. A pesar del cansancio acumulado durante la travesía, la emoción se palpaba en el ambiente mientras las lágrimas de alegría y agradecimiento brotaban en muchos rostros.
El Arzobispo de México, en una emotiva ceremonia, ofició una misa de agradecimiento por el viaje seguro y por el encuentro con la Virgen. La basílica se llenó de cantos y oraciones que vibraron en cada rincón del recinto, creando una atmósfera de paz y comunión.
Al respecto, María Rodríguez, una de las peregrinas, expresó con lágrimas en los ojos: «Ha sido un camino difícil, pero la fuerza de nuestra fe nos ha impulsado a seguir adelante. Estamos agradecidos con la Virgen por acompañarnos y protegernos durante este viaje maravilloso».
La llegada de los peregrinos y peregrinas de Querétaro a la Basílica de Guadalupe no solo es un acto de devoción, sino también un ejemplo de la importancia de la fe y la unión en tiempos de dificultad. Su perseverancia y espiritualidad demuestran el profundo arraigo de la Virgen de Guadalupe en la vida de los mexicanos, siendo un símbolo de identidad y esperanza que trasciende generaciones.
Con el corazón lleno de gratitud y la certeza de que la Virgen escucha sus plegarias, los peregrinos regresan a sus hogares en Querétaro con una renovada fortaleza espiritual, listos para compartir sus experiencias con sus comunidades y seguir difundiendo la fe en la Morenita del Tepeyac.
La Basílica de Guadalupe, por su parte, permanece como testigo silente de esta hermosa tradición que año tras año convoca a millones de fieles de todas partes del país, reforzando la esencia religiosa y cultural de México.