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QUERÉTARO, Qro., 22 de agosto de 2019.- A pesar de apenas llegar a los 30 años, Luis tiene ya diez años de servicio en el cuerpo de bomberos de Querétaro, en una actividad que lleva en la sangre y que ha sido su vocación en la vida.
Aún recuerda como su padre, teniente de bomberos, le inculcó el valor de servir, por lo que se incorporó a ellos sin dudarlo.
“Ingresé más que nada porque mi papá estaba aquí en el cuerpo de bomberos, era el rango de teniente, entonces pues te llama la sangre, posteriormente entraron dos hermanos más que tengo aquí en bomberos, viene de generación en generación seguir la tradición”, explicó.
Su labor no es fácil, pues tiene que sacrificar tiempo con la familia y ser fuerte para apoyar a las personas y compañeros, pero es gratificante cuando puede salvar vidas.
“Cada siniestro es diferentes, lamentablemente acudimos porque nuestro trabajo es como una desgracia para las personas, no lo tomamos de buena manera (…) más difícil creo que ver niños involucrados, por lo menos eso a mi parecer ver niños en algún siniestro creo que a nadie le parece bueno, pero le damos la vuelta”, agregó.
Su esposa e hijo son motivo para entregarse a esta vocación que les ha permitido salir adelante, y sueña con alcanzar un alto rango como su padre.
“Se preocupa mucho mi esposa por mi bebé, pero creo que somos un grupo muy unido y nos cuidamos unos a otros, siempre buscamos regresar a casa, y si entramos dos salimos dos”, concluyó.
Luis Alberto celebró este jueves el día del bombero, y 70 años de la corporación en el estado de Querétaro.