Opinión|Rodrigo Pantoja

El cambio climático en casa

En los últimos años, en México se han construido más de 1.5 millones de casas nuevas. En la construcción de estas viviendas se utilizó una gran cantidad recursos no renovables como agua, madera y minerales para la fabricación de acero y concreto. La construcción de estas casas requirió de enormes cantidades de energía y combustible para excavar, remover tierra, trasladarla a otro sitio, y edificar. Se estima que la industria de la construcción es responsable del 50% de las emisiones contaminantes y del 6% de la contaminación del agua. Lo paradójico de esto, es que solamente en México existen 6.1 millones de viviendas deshabitadas.

Asimismo, en las últimas décadas las viviendas en el mundo han incrementado su tamaño, a pesar de tener menos ocupantes. Desear un mayor confort, implica un mayor derroche de recursos. Desafortunadamente este incremento en el tamaño y la cantidad de viviendas no es sinónimo de eficiencia. Según informes reportes del “The Green Book”, el 80% de las viviendas no son eficientes en su gasto energético, ni por los materiales utilizados, ni por su ubicación en la ciudad, ni por electrodomésticos que la equipan. Se requiere de energía para tener habitaciones bien iluminadas con temperatura confortable y con dispositivos tecnológicos integrados.

Es urgente aportar al planeta ahorrando agua, reciclando edificios y utilizando inteligentemente los recursos naturales. En caso de construir o remodelar, es importante seleccionar materiales amigables con el medio ambiente. El adobe, la cal, tierra apisonada, bambú, paja, o madera certificada son de menor impacto ecológico comparado con el concreto y acero.

Arq. Rodrigo Pantoja, Profesor de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño, Tecnológico de Monterrey Campus Querétaro. [email protected]
Twitter: @evo_a_lab