Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
La foto de esta semana y que nos lleva a cobrar conciencia y alertarnos sobre la crisis que viene, la ha ofrecido, una vez más, la Nasa. Nos demuestra gráficamente como se deshiela el ártico y Groenlandia, a través de una toma espacial que capta a un gigantesco trozo de hielo navegando hacia el sur, a través de las corrientes oceánicas.
La foto indica que las capas de hielo se derriten rápidamente y que liberan hasta seis mil millones de toneladas de agua al día. Los científicos estiman que la perdida de hielo es de cuatro veces a lo que se tenía en el 2003.
Pero eso no es todo, al correr de la semana que concluye nos enteramos que México vive la peor sequía registrada en los últimos tres años. Entidades completas del norte del país sufren por la falta de agua y la escases de las lluvias. En tanto que en la ciudad capital las trombas se intensifican inundando calles, avenidas y hasta viviendas.
En tanto que los sonorenses, neoleoneses, chihuahuenses y coahuilenses imploran por tormentas y ciclones. No les cae ni una gota de agua y la crisis por el abasto se agudiza.
Desde Zacatecas, de siempre casi un desierto pero con áreas cultivables, los informes señalan que sólo se ha podido sembrar el 14 por ciento de la superficie dedicada al frijol. Es decir, la falta de agua se traducirá en escasez de alimentos y por ende las importaciones de los mismos se incrementarán.
Las temperaturas extremas por encima de los 45 grados prevalecen aún en el norte del país, a lo que los expertos han señalado que ello obedece a que el planeta ha sufrido un aumento de temperatura de entre 0.5 y un grado centígrado en las últimas dos décadas.
La ciudad capital no se salva del fenómeno y registra un desplome en los niveles de almacenamiento del Cutzamala por debajo del 50 por ciento. Se estima que la escasez de agua en las presas del Sistema Cutzamala, que aún no recuperan sus niveles históricos, persistirá pese a la temporada de lluvias. Así el tandeo del suministro seguirá en 276 colonias -del total de mil 695 existentes– de las alcaldías de Tlalpan, Iztapalapa y Magdalena Contreras.
Desde Baja California se informa que la entidad padece estrés hídrico, debido a que la disponibilidad de agua del río Colorado, la principal fuente de suministro del líquido de la entidad, es menor a la demanda de las ciudades, según datos del investigador y activista Iván Martínez.
Además, la Comisión Internacional de Límites y Agua (CILA) recortó a la entidad la dotación de agua del Colorado en enero pasado y el año entrante recibirá 7 por ciento menos que en 2022, de acuerdo con la Secretaría del Agua estatal. Es de considerarse que con el aumento en el tamaño de las ciudades, también se incrementan las necesidades de agua.
El académico cito como referencia que Los Ángeles, California; Las Vegas, Nevada, y diversas poblaciones de Baja California dependen de los deshielos de las montañas Rocallosas, así como de las lluvias en la cuenca del río Colorado, que se concentran en la presa Hoover, ubicada entre Nevada y Arizona. Sin embargo, descartó que Baja California padezca una situación similar a la que hoy sufre Nuevo León por la falta de agua, pues Mexicali tiene la ventaja de contar con el río Colorado.
En el vecino país del norte, dos incendios forestales en las cercanías del Parque Nacional de Yosemite -donde están los árboles más altos del mundo- agravan la crisis ambiental que enfrenta el planeta. Así, la combinación de una sequía de proporciones históricas y una ola de calor sin precedentes castiga a Estados Unidos y buena parte de México. Científicos atribuyen ambos problemas, en parte, al calentamiento global por intervención humana.
Aseguran los científicos que «La sequía es causada, principalmente, por el Niño, fenómeno climatológico extendido inusualmente por 3 años consecutivos desde 2020 y que se mantendrá hasta finales de 2022″, de acuerdo con un reporte de la UNAM, que mencionó algunos aspectos sociales que inciden en la profundización de la crisis por falta de agua».
No es la primera vez que tocamos el problema, pues es imperativo que cobremos conciencia y todos y cada uno de nosotros cobremos conciencia y pongamos de nuestra parte. El riesgo es latente y podríamos legar un yermo como planeta a nuestros hijos y nietos. Las sequias y deshielos son causadas por el hombre.