Líneas Quadratín
Duarte y Peña: el hedor de la traición es insoportable
José Luis Camacho Acevedo
Seguramente todos los mexicanos tenemos el recuerdo de Javier Duarte, con una franca sonrisa cubriendo su cara, mientras lo trasladaban después de haber sido detenido en Guatemala, a donde se fugó después de renunciar a su mandato a un mes de concluirlo.
¿De que se ríe Duarte? Era la pregunta generalizada, pues se enfrentaba a cargos muy graves, además su esposa Karime Macías se encontraba en calidad de prófuga en compañía de los hijos de la pareja.
El exgobernador de Veracruz, Javier Duarte hizo un pacto con el gobierno de Enrique Peña Nieto. Con ese arreglo protegía a su familia de la persecución y el priismo ganaba “algo” de credibilidad, pues se daría la impresión de que finalmente se estaba combatiendo la corrupción e impunidad.
Todo era una farsa y Javier Duarte lo sabía. La verdad es que casi todos lo sabían. ¿Sí recuerdan que el PRI perdió por primera vez las elecciones a gobernador? ¿verdad?
Javier Duarte fue acusado de delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, entre otros crímenes, cuyas penas en conjunto pudieron haber alcanzado hasta los 55 años de prisión. Hasta el momento ha sido condenado a sólo nueve años.
Una farsa que ya se ha aplicado antes, con otros exgobernadores o funcionarios detenidos por cargos similares. La idea es generar una percepción de justicia para poder volver a ganar las elecciones. Y así repetir el proceso.
El caso de Duarte se armaría con los “errores” de costumbre para que eventualmente con la ayuda de un excelente equipo de abogados, el exmandatario quedará en libertad “por fallas al debido proceso”.
Al estilo Florence Cassez.
Lo anterior son teorías de las cuales ya hemos escrito, discutido y analizado hasta el cansancio, los opinologos, analistas y periodistas en los últimos años.
Pero hace unos días, en su noticiero televisivo el periodista Ciro Gómez Leyva, transmitió un video en donde se muestra a Javier Duarte antes de su detención en Guatemala, en donde realiza las siguientes revelaciones:
1.- Que no fue detenido, sino que se entregó, como parte de un trato con el gobierno de Peña Nieto para que dejaran en paz a su familia, concretamente con la Secretaría de Gobernación, a cargo entonces de Miguel Ángel Osorio Chong.
2.- Duarte afirma que “será” un preso político del sistema y expone: “Desde ahora les digo que si en el caso de que me obligaran a hacer alguna acusación o declaración en contra de persona alguna, llámense Andrés Manuel López Obrador o cualquier otra persona, es contra mi voluntad y es precisamente por el hecho de estar detenido el que lo haré”.
Por la difusión de este video, el excelente periodista Ciro Gómez Leyva ha sido juzgado por los lopezobradoristas, pero también por algunos de sus radioescuchas y televidentes como él mismo lo manifestó en sus espacios, ya que le achacan el hecho de que, se este prestando a los intereses de Duarte.
Ya Ciro aclaró que la difusión del material se debió a su alto valor periodístico, era básicamente su deber. La masiva reproducción de la noticia en todos los medios de comunicación de México y algunos internacionales lo confirma, cualquier medio o periodista hubiera hecho lo mismo.
No se distraigan, ¡esa no es la noticia!
¡Señores! La noticia es la confirmación de lo que ya se sospechaba, el equipo de Peña Nieto tiene algo muy turbio que esconder, para lograr zafarse hicieron tratos en el pasado, pero aquello apesta desde entonces y ahora al parecer, el hedor es insoportable.