Opinión| José Luis Camacho Acevedo

En su famosa novela El Agua Envenenada, el siempre recordado Fernando Benítez, describe como de manera inesperada, espontánea, irrefrenable, explota la irritación de un pueblo sometido y vejado de muchas maneras por el poder.

El rechazo popular a la brutalidad policiaca, sentimiento añejo y siempre soterrado, pero también siempre irresuelto, se ha agravado en México en tiempos del Covid-19 que tienen a la sociedad nacional en una tensión producto de la incertidumbre sobre su futuro económico y laboral, de la incredulidad a la información oficial sobre las cifras y del pésimo manejo que le han dado a los casos de Giovanni López Ramírez en Guadalajara y de la agresión sufrida en la CDMX a la activista Melanie.

Ayer las declaraciones del gobernador de Jalisco volvieron a ser puramente políticas.

Enrique Alfaro le estaba respondiendo a quienes apuestan a destruir su futuro como presidenciable.

Los morenistas de Jalisco ya encontraron el lado por donde difícilmente Alfaro resolverá su dilema que consiste en gobernar o hacer futurismo presidencial.

Ayer la agencia NOTIMEX destacó la siguiente información:

“El partido Morena en Jalisco se deslindó de los hechos violentos ocurridos después de las manifestaciones por el asesinato de Giovanni López, y solicitó al gobierno estatal comprobar si la identidad de los detenidos corresponde a personas fuera del estado como acusó el gobernador, Enrique Alfaro Ramírez.

“No queremos que se retracte el señor gobernador, queremos que presente toda la identificación de las personas que detuvieron y fueron responsables de actos vandálicos y se sancione a los policías que se excedieron”, solicitó en conferencia, el delegado presidente de Morena Jalisco, Hugo Rodríguez Díaz.

Lamentó que en la manifestación del viernes pasado en las inmediaciones de la Fiscalía estatal «se hayan presentado detenciones ilegales a cargo de personas vestidas de civil, en vehículos sin placas y sin identificar.”

El estado de ánimo nacional no está para estar haciendo política sin atender las inquietudes sociales prioritarias.

A la sociedad mexicana en estos momentos no le interesa saber si Alfaro o cualquier otro político de cualquier otro partido será candidato presidencial en el 2024.

Urgen respuestas a las incertidumbres en que vivimos los mexicanos.

De otra suerte, como tituló a su más reconocida obra el Jalisciense Juan Rulfo, el país será un Llano en Llamas.

EN TIEMPO REAL.

1.- Durísimo estuvo el historiador Enrique Krauze en la entrevista que concedió ayer al líder de los medios electrónicos Ciro Gómez Leyva en respuesta a que el presidente López Obrador le llamó escritor conservar, como lo fue Lucas Alamán.

2.- Algunas personas aprovecharon el anunció del director del IMSS, Zoé Robledo para burlarse recordando las palabras bienintencionadas del presidente Andrés Manuel López Obrador, sobre algunos métodos para no contagiarse. Lo cual es vil e inhumano, burlarse de la enfermedad que padece una persona jamás puede ser considerado como algo positivo.
Ayer se dio a conocer que lamentablemente además de Robledo, el IMSS informó que otros tres altos funcionarios resultaron positivos a covid-19.
Pero además la familia de Zoé Robledo también ha resultado infectada por el peligroso virus, lo positivo es que no se encuentran en gravedad.

3.- En Sonora ya están comenzando a moverse los hilos para la selección del próximo candidato a la gubernatura del estado por parte del PAN, suenan fuerte varios nombres, pero el más nombrado en los últimos días, después de su afiliación, es del Lilly Téllez, senadora exmorenista, mucho más afín a la ideología política del blanquiazul.
El presidente del PAN en Sonora, Ernesto Munro Palacio tuvo el reparo en señalar que la puerta del partido y la candidatura para gobernador en 2021 está abierta para ella y para Ernesto “Borrego” Gándara, Antonio Astiazarán, Kiko Munro, Gildardo Real, Alejandra Noriega, Chito Díaz, Enrique Reina y ciudadanos que tengan interés en participar.