Lo dicho y no dicho de las sanciones a Rusia

Joel Angel Bravo Anduaga, Profesor de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno, Tecnológico de Monterrey Campus Querétaro.

En enero pasado, en este espacio compartimos algunas reflexiones sobre los posicionamientos geopolíticos para los próximos años y, tristemente, los temores de guerra se volvieron realidad. Ahora observamos la configuración de esquemas de cooperación política y militar, no solamente europeos, sino globales.

El conflicto ruso-ucraniano, como cualquier guerra, cuenta entre sus primeras víctimas a la verdad. Las dos partes y los bloques aliados generan narrativas acusatorias y más enfocadas a justificar que argumentar. Una muestra de esto son el contexto y eficacia de las sanciones que los Estados Unidos y la Unión Europa decidieron aplicar a Rusia.

Es de esperarse que se justifiquen dichas sanciones; no obstante, el énfasis hecho por la prensa occidental se centra en la generalidad y no en su especificidad. Por ejemplo, los medios de información realizaron una amplia cobertura de la exclusión del sistema de transacciones financieras, SWIFT, que se aplicó a menos de 10 bancos de Rusia, lo que representa alrededor del 25% de las entidades financieras de ese país. Lo interesante es que los bancos ligados a negocios energéticos, no fueron incluidos, lo que debilita el peso de las sanciones, teniendo en cuenta que Rusia es uno de los principales exportadores de hidrocarburos a nivel global.

Igualmente, son pocos los medios mexicanos que señalan las alternativas conjuntas que ejecutan autoridades chinas y rusas. Ya es posible hacer depósitos en yuanes en un banco ruso y existen negociaciones para formar un ecosistema financiero chino-ruso que incluya, lógicamente, al Sistema Internacional de Pagos de China (CIPS por sus siglas en inglés) o también conocido como SWIFT chino. Es necesario conocer el contexto y analizar la eficacia de las acciones que cada uno de los bandos instrumenta, a fin de establecer un juicio equilibrado del desarrollo de esta guerra que, desafortunadamente, está lejos de una posible resolución.

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