Libros de ayer y hoy
Teresa Gil
Con casi dos meses de diferencia, la revista Tribuna Comunista y el suplemento cultural La Jornada Semanal, sacaron en sus primeras páginas la imagen de Federico Engels, “el compañero, amigo y mecenas de Carlos Marx”. El primero el 27 de noviembre del año anterior y el segundo el 24 de enero de este año. Ambos medios hacen hincapié en los 200 años del gran pensador y cada uno publica en sus páginas obra o síntesis que demuestra que el alemán no fue un personaje secundario al lado de la gran personalidad de Marx, sino un teórico, un científico de gran altura también. Para la izquierda ha quedado clara siempre esa posición del dúo genial, que vivió en Londres y se separó ante la muerte de Marx el 14 de marzo de 1883. Pese a ello, en su enorme modestia y solidaridad, Engels siempre dijo que “al lado de Marx, siempre toqué el segundo violín”. Lo importante de la actualización en los dos medios mexicanos, es recalcar la vigencia de las posturas de Engels y el aporte que hace desde su juventud, cuyos escritos se iniciaron en 1839 cuando apenas tenía 19 años, hasta 1848, a los 28, para pasar a su aporte en su vida de adultez.
EXPLOTACIÓN LABORAL, CÚSPIDE ESCANDALOSA DE NUESTROS MALES: ENGELS
Noventa año antes de nuestra gloriosa Revolución, el 28 se noviembre de 1820, nació en Barmen Reino de Prusia, Friedrich Engels, conocido en el habla hispana como Federico Engels. Miembro de una clase acomodada, abundó en su formación y conocimientos, en la sociología, la historia, la escritura; fue politólogo, periodista y el adalid del pensamiento comunista que siguió difundiendo después de la muerte de Marx. Junto con él publicó El Manifiesto Comunista que fue dado a conocer en Londres en 1848. Tribuna Comunista, vocero del Movimiento Comunista Mexicano ha publicado buena parte de la obra del pensador y tiene integrada su biblioteca digital de la izquierda, que pone a disposición del público. En el número 413 donde aparece en la portada la imagen de Engels anuncia la publicación de los Escritos de Juventud ( Tribuna Comunista noviembre 2020, Siglo XX1, 2016 y Fondo de Cultura Económica 1980). En ese volumen aparece La actuación de la clase obrera, publicado en 1845, de cuyo prólogo la revista publica una parte: “La situación de la clase obrera en Inglaterra, constituye el verdadero palenque y punto de partida de todos los movimientos sociales de hoy en día, porque en él se halla la cúspide más escandalosa de todos nuestros males”. De acuerdo a esa versión con análisis recientes, ese punto de vista sigue vigente.
EL TRABAJO, CONDICIÓN BÁSICA Y FUNDAMENTAL DE TODA LA VIDA HUMANA
EL ensayo de La Jornada Semanal escrito por el etnólogo y doctor en Antropología, Miguel Ángel Adame Cerón, se enuncia desde el punto de vista filosófico e histórico. En él se reproducen las tesis de Engels sobre la forma como el ser humano llegó a ser lo que es, a partir de la evolución. En ésta, el punto fundamental es el proceso de trabajo al grado de que “hasta cierto punto podemos decir que el trabajo ha creado al ser humano”. El autor del ensayo puntualiza entonces, las etapas que maneja Engels por las que va pasando el ser humano desde su condición de mono, hasta convertirse en otro ser, evolucionado gracias a milenios de trabajo, con el cuerpo erguido, la división del trabajo entre pies y manos que les dio a éstas la capacidad de construir. Ningún animal por mas que viva en la naturaleza, tiene una obra en la que se exprese su voluntad, según Engels. Solo a partir del proceso de trabajo del ser humano es posible hacer eso. “Cabe aclarar que su concepto de proceso de trabajo implica un proceso multidimensional, no solamente instrumental y laborante, (homo faber, homo laborans) sino incluyendo lo productivo, reproductivo, social, medioambiental, político, lúdico, simbólico y cultural (homo politicus, homo ecologicus, homo lúdens, homo démens, homo loquax)”. Y así va planteando esa evolución hasta llegar al homo plenus. Es en esa etapa en la que el ser humano llega al paso decisivo plenamente emancipador. Eso se dará a través de una revolución en la que el proceso de trabajo tendrá un nuevo papel en la transformación del ser humano, según el análisis de Adame Cerón. Del trabajo como fuente actual de explotación, se dará un proceso íntegro y diferente para la existencia de la humanidad. Esos son a grandes rasgos los planteamientos a partir de las teorías de Federico Engels, que éste compartía con Carlos Marx.