Líneas Quadratín
Marcha opositora: Los privilegios no se tocan
Marcha opositora hoy al Zócalo. El pasado 27 de noviembre, la convocatoria de UN SOLO HOMBRE, que ya había concitado en su elección a más de 30 millones, inundó de la manera más extraordinaria el Centro Histórico de la capital del país. La gente surgía de todas las calles y los barrios en un replicar de cantos y consignas y ancianos, niños y adultos en un todo, clamaban por un cambio en el país. La gran mayoría de esas personas era gente del pueblo aunque no faltaban representantes de todos los niveles del país, congruencia con un cambio general que pretende hacer de nuestro país un todo equilibrado en el que todos tengamos todo. Este día, son 50 organizaciones según sus impulsores, las que pretenden igualar esa hazaña y su punto central es la defensa de un sistema electoral que no se debe tocar, porque a partir de su organización y representaciones actuales, se pueden conseguir logros que las urnas no han dado. En la búsqueda de detener leyes que estipulan desaparición de privilegios, proponen la permanencia de esos privilegios, de usos de recursos en un país, en el que los defensores de ese estatus convalidaron la existencia de mas de la tercera parte de pobres.
MARCHA AL ZÓCALO PARA DETENER CAMBIOS QUE AFECTAN A MINORÍAS
Los verdaderos organizadores de esta marcha del 26 de febrero, están atrás, en el parapeto de leyes, de estructuras añejas, de decisiones que concentraron la riqueza del país y que buscan consolidar a todo trance. Es el parapeto en un sistema electoral motivo de la defensa en esta marcha, que se planteó popular en un principio, pero que ha dejado de ser un árbitro formal. Se oponen a la transformación de un aparato autónomo como es el INE, cuyos titulares aceptan reuniones secretas con opositores, que defienden altos presupuestos y salarios en un país en donde el salario mínimo no llega a los 5 mil pesos y en el que millones de niños cuya situación se está rescatando, apenas tenían lo indispensable para vivir. Lo mismo puede decirse de los ancianos y otros sectores. Estructura electoral que se defenderá este día, y que solo la inmensa votación como la del primero de julio de 2018, pudo estremecer. Entre los organizadores de esta marcha ninguno ha podido hacerlo en votación como no sea con minucias. Se pretende consolidar el aparato, para frenar la desbandada justa del pueblo.
PERSONAS CONOCIDAS, DAN SU NOMBRE PARA OCULTAR EL VERDADERO ROSTRO
Nombres que ya son conocidos entre los opositores aunque faltan varios, aparecen entre los convocantes, el escritor de derecha Enrique Krauze, el ex rector ex titular del sector salud en el gobierno priísta anterior, José Narro Robles, el ex candidato de Movimiento Ciudadano Emilio Álvarez Icaza, la alcaldesa de la demarcación Cuauhtémoc de la CDMX ya de todos conocida Sandra Cuevas, la senadora panista Xóchitl Gálvez, y su cercana Lía Limón de la alcaldía Álvaro Obregón, el ex de Michoacán Slivano Aureoles, entre otros, para cerrar con el actual presidente el PRI, Alejandro Moreno el conocido Alito. Hoy, un entorno que tiene reminiscencias que algunos retrotraen al 1325, pero cuyo esplendor es más reciente, podrá llenarse de gente de derecha que busca el regreso para consolidar el pasado que ellos representan, no aquel pasado glorioso. El Centro Histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco el 11 de diciembre de 1987, e incluye el Zócalo y sus alrededores que serán usados y que son casi 10 kilómetros. Es un recorrido de 668 manzanas con más de mil 500 edificios históricos y artísticos y un Templo mayor a un lado, que tendrá su visualización hacia las huestes que lleguen y que es de nuestros antiguos dioses que no son los que veneran los que ocuparán hoy la emblemática también llamada Plaza de la Constitución. En esa lucha encarnizada por regresar al pasado y consolidar la parte que lo representa en el INE actual, no hay una intención hacia el verdadero pasado que nos dio gloria. La suya es la búsqueda del pasado reciente el del PRI y el PAN, el que los marchantes de hoy quieren consolidar. Ya veremos,