Libros de ayer y hoy
México es un país duro y resistente y a lo largo de los siglos ha enfrentado de todo y ha salido incólume. Las grandes luchas que se mencionan antes de llegar a la etapa actual, fueron un triunfo para las fuerzas progresistas. La Independencia, la Reforma, la Revolución Mexicana, acontecimientos signados por grandes sacrificios de sus próceres, culminaron con triunfos reflejados por lo general en normas. Ante los desvíos y las traiciones, siempre apareció la luz salvadora al final del túnel. Las muertes de Guerrero, Hidalgo, Morelos, Madero, Zapata, Villa y tantos más, con miles de un pueblo acompañante, fueron el pago triste que nuestro país tuvo que sufrir. La Revolución Mexicana de 1910, se enfrentó a tantos avatares, que los movimientos conservadores no fueron la excepción. Se menciona como tal la Cristiada como fuerza evidente del mochismo católico , pero hay una más persistente y destructora que no se menciona como tal, pero que es peor: la llamada revolución institucionalizada que quiso doblegar a lo largo de décadas los principios revolucionarios y se ensañó en un México desprotegido y pobre que apenas empieza respirar en estos momentos.
LAS FUERZAS RETRÓGADAS SE UNEN ANTE CUALQUIER REVOLUCIÓN
No es nuevo lo que está pasando en México con opositores de diferentes corrientes que se unen para enfrentar una causa. Y llegan incluso a traer del extranjero a fuerzas oscuras, como las de Vox en su momento y las que han expresado sus intereses abiertamente en estos días, en el CPAC México. Fuerzas estas últimas de tal radicalización, que incluso consideran cobarde al derechismo que encabeza el PAN y que pugna por cambios drásticos como los que propuso Hitler luego de abandonar Landsberg donde estuvo recluido por asesinato. Los ejemplos están en todos las revoluciones triunfadoras, la francesa de 1789, la rusa de 1917, la cubana de 1960, la nicaragüense de 1979, que se debatieron y algunas todavía se debaten como la nuestra de 1910, en la pugna contra un ultraderechismo que por lo general busca cobijo en el extranjero. Curiosamente, en un país como Estados Unidos que dio una lucha de independencia con grandes próceres y se enfrentó junto con aliados fundamentales como la URSS contra Htler, pero ha devenido en refugio de traidores. Ya lo había sido en las etapas de la Reforma, la de la Revolución de 1910, así como en otras expresiones de triunfo como la Expropiación Petrolera de 1938. Otros países se suman y lo vemos en España que protege a personajes que violaron los valores revolucionarios con sus acciones, como Enrique Peña Nieto y Carlos Salinas de Gortari. Y hay ejemplos como el del panista Ricardo Anaya fugitivo foráneo ante acusaciones graves.
LA REVOLUCIÓN A SUS 112 AÑOS, AÚN RESPIRA Y HAY QUE APOYARLA
Los avatares de la Revolución Mexicana, tras más de 80 años gobernada por un sistema, se expresan en otro sistema, el jurídico, que fue anulado en muchos sentido para favorecer impunidades y que lleva más de 700 reformas constitucionales para cambiar, en muchos casos grotesco, los principios que acuñó el Constituyente de 1917. Gracias a esas reformas mal formuladas algunas por sus recovecos, pueden subsistir con toda sus inconsecuencias organismos autónomos como el INE y otros que hacen daño desde afuera de la estructura tripartita, que curiosamente también está en la Constitución pero en forma privilegiada. Las luchas por esos principios y sus rescates son permanentes, en un país que es considerado emergente en estos momentos y al que se vaticina un mejor futuro, aunque pese a ello, la vieja pobreza aún sigue. La lucha, pues, al llegar a estos 112 años, es por el respiro que se debe conservar de nuestra Revolución, contra todo acecho fascista que se nos presente. En esta fecha que nos conmueve, recordemos en partes de conocidos corridos, al que fue para muchos el más grande personaje de nuestra Revolución, que hasta en importantes movimientos y luchas mundiales, su nombre refulgía: Francisco Villa
YA LLEGÓ FRANCISCO VILLA
A QUITARLES LO PANTERA
Al llegar Francisco Villa
sus medidas fue tomando
y a cada uno en sus puestos
bien los fue posesionando.
Les dijo el General Villa
con que está dura la plaza
ya les traigo aquí unos gallos
que creo son de buena raza.
Al general Felipe Ángeles
jefe de la artillería
lo mandó a emplazar las piezas
con las que dispararía.
La seña que les dio Villa
a todos en formación
para empezar el combate
FUE UN DISPARO DE CAÑÓN.