Libros de ayer y hoy
México, Acnur, migrantes, ¿a que jugaremos?
Extraños -y algunos propios-, quieren obligar a México, a jugar sin defensas. La convocatoria urgente de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) para tratar el problema migratorio, evidencia la gravedad del asunto y el reconocimiento de que México está en una situación límite que debe resolverse con el concurso internacional.
No es fácil, como están proponiendo algunos legisladores, entre ellos Porfirio Muñoz Ledo presidente de la mesa directiva de la Cámara de diputados, abrir las puertas libremente a un fenómeno que ha ido creciendo por la pobreza, la persecución criminal, la ineptitud y a veces corrupción de gobiernos locales, pero sobre todo, por el avasallamiento que han ejercido las potencias en los países pobres.
Es muy importante la intervención de Acnur, porque desde que se empezó a agudizar el problema era urgente dicha intervención del organismo de la ONU, ante la actitud soberbia y prepotente de la nación del norte, los muchos abusos y agresiones que ha hecho a México y las decisiones que ponen contra la pared a nuestro país, en un problema que en buena parte ha sido creado por Estados Unidos. Importante es que la Acnur haya reconocido la propuesta mexicana para tratar de solucionar el problema desde sus orígenes convocando a los gobiernos centroamericanos a participar y que el propio organismo señale que habrá personas que no necesitan el apoyo internacional y que deben ser enviadas con seguridad y dignidad a sus países.
Los derechos humanos deben prevalecer plenamente de acuerdo al Plan de Desarrollo Internacional que propone México. Mientras el vedetismo de Porfirio Muñoz Ledo que quiere apertura libre en nuestras fronteras, opaca lo que deben ser sus profundos conocimientos de derecho internacional – es abogado y fue representante de México ante la ONU-, el canciller Marcelo Ebrard le ha respondido lo lógico; tenemos normas y todos deben identificarse al llegar a México.
La avalancha migrante se ha desbocado a tal grado que la Acnur menciona solo en lo que va del año, el arribo de 593 mil 507 personas, en tanto medios de comunicación reproducen la información oficial de un 196 por ciento en el aumento de solicitudes de asilo. Las posturas diputadiles han exacerbado la agresión paralela de Trump, como suele suceder, y de pronto, aquellos que le gritaban ¡priísta! a Porfirio en el Zócalo, cuando había concentraciones de AMLO , ahora lo elogian con oportunismo.
El señor Muñoz Ledo tiene una gran trayectoria, ha sido personaje fundamental en movimientos democráticos en el país. Es persona polémica pero importante. No estaría de más en este momento, una vueltecita a su interior. Algo que se llama autocrítica.
El juego político, por un lado lleno de trampas, agresiones y mentiras y por el otro el juego defensivo, pese a la prudencia y propuesta de diálogo, no tienen nada que ver con el auténtico juego “como un refrigerio del alma”, como lo califica Pedro Enrique Gil. el autor del libro multieditado ¿A que jugaremos? Verdadera teoría de la recreación, la obra ofrece todos los ángulos del juego en la vida de la humanidad, como un aliciente no solo de alegría y pase de tiempo, sino como un concepto filosófico de descanso mental y corporal, de relaciones humanas a partir del regocijo y como un desalentador de tensiones y preocupación.
Este libro lo leí por primera vez, allá a fines de los sesenta del siglo pasado y tengo la última edición de septiembre de 2002 en el que se lanzaron 5 mil ejemplares que volaron en poco tiempo. Con un planteamiento sobre lo que es la recreación, el autor señala los dos conceptos que se han significado más, y habla de una recreación estimulante, excitante, vigorosa y otra, disipadora, agotadora, como malsana diversión. Cuando y como debe ser la sana diversión es tema de sus reflexiones y como si aplicara su propia teoría del juego, se desliza lentamente y con satisfacción, hacia los juegos que investigó y que volcó en esta edición corregida y aumentada, publicada por Ediciones Enfoque.
Aparecen centenares de juegos con sus respectivas referencias y orígenes, sus formas de desarrollo, personas, lugares, utensilios y cosas que deben tomarse en cuenta para su aplicación. Algunos son muy ingeniosos como cuando se juega a las parejas y aparecen los famosos personajes históricos y bíblicos y si bien la mayoría concuerda y coinciden como parejas, en algunos con sentido del humor, se adjudica una pareja famosa que lo relaciona, por ejemplo a Julio César con Bruto, a David con Goliat, a Castor con Pólux, etcétera.
Son juegos altamente educativos, que precisan ciertos conocimientos, cierta habilidad y audacia. Menciona, con sus diferentes variantes: 263 juegos activos, 95 juegos pasivo, 57 juegos de destreza y agilidad mental y 34 juegos para niños. Empieza su libro con una importante advertencia del poema de Ismael Parraguez:
¡Juega! y no turbe tu juego
preocupación alguna,
la rueda de la fortuna
dará una vuelta muy luego