Querétaro, golpe a la impunidad
El PRI siempre ha sido sistema de reelección
[email protected]
El PRI ha sido parte de un sistema político que vivió de la reelección. Los que ahora dicen
que se violenta ese principio no han profundizado realmente en esa característica, menos los
que ahora como Manlio Fabio Beltrones, dicen que la no reelección fue la génesis que le dio
vida a su partido. La definición la sitúan a nivel personal, pero la reelección como tal, es la
repetición de algo, no necesariamente personal. De hecho todos reelegimos algo todos los
días, que ya hemos elegido con anterioridad. Cambiar de persona en el poder, cada tanto
tiempo, sin cambiar los principios, la forma de gobernar, es reelegir al sistema y el PRI lo
probó desde antes de que se llamara así. El principio fue propuesta de Francisco I. Madero,
pero ante una reforma de la Constitución que posibilitó la reelección de Álvaro Obregón en
1928, se reincorporó el principio en 1932 ya en la vigencia del Partido Nacional
Revolucionario en la que desde luego se personaliza. Pero lo fundamental,
independientemente de los presidentes que tuvo el PRI desde entonces, el sistema es el
mismo, con algunos añadidos para modernizar.
EL PRI CAMBIÓ LA DICTADURA DE UNA PERSONA, POR LA DICTADURA DE SISTEMA
A Porfirio Díaz se le acusa de haber estado en el poder treinta años, pero su dictadura fue
cambiada por la de un sistema que se reeligió por décadas. Lo hizo cada cuatro o seis años,
de acuerdo a sus etapas. El propio Alejandro Moreno Alito recalcó eso al señalar según él,
todo lo que hizo el PRI en tantas décadas de gobernar. Habla de un partido no de una
persona, o sea que reconoce que ha sido un partido, como un ente que se reelige en sus
principios, el que ha gobernado todas esas décadas. Y eso se llama reelección. La dictadura
de Porfirio Díaz, evaluada por los expertos, tenía agarraderas, injustas es verdad, que le
permitieron gobernar por tanto tiempo. Y el sistema priísta las ha tenido, algunas injustas
también, pero su periplo toca a su fin. La reelección, ni siquiera en las monarquías es eterna.
ÁLVARO OBREGÓN. LA REELECCIÓN PERSONAL ES MÁS PELIGROSA
El asesinato de Álvaro Obregón Salido ocurrida el 17 de julio de 1928, se ha atribuido a su
reelección. Tal vez, pero no hay que olvidar que el sonorense sufrió varios atentados antes y
en ocasiones, de acuerdo a los que gestaron su muerte, habían incluido a Plutarco Elías
Calles. A éste se le menciona como el instigador de la muerte, porque la reelección que
afectó a Obregón, estuvo presente en la actitud y poder posterior del propio Elías Calles. De
hecho, como Obregón lo iba a suceder y murió, él continuó hasta el final su mandato
presidencial 1924-1928, y siguió en su papel ya conocido de Jefe Máximo. El siempre actuó
con un sistema de reelección que supo aprovechar: puso desde su postura a tres presidentes
y era el aludido de aquella frase ”Aquí vive el presidente, el que manda vive enfrente”. En
este caso del también sonorense, volviendo al argumento anterior de que la reelección es de
sistema, en realidad Elías Calles aprovechó ese ejemplo para seguir gobernando.