Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
Teresa Gil
Con casi 80 años de gobernar el Estado de México, el PRI ha dejado a casi la mitad de sus habitantes en la pobreza y casi a un millón y medio en pobreza extrema. Eso es lo que flotaba el 20 de abril pasado en el primer debate de las candidatas a gobernar esa entidad. El debate político, como forma de enfrentar una polémica, tiene que llevar a la síntesis de un resultado, Y en el caso de los que protagonizan candidatos a un puesto, debe ser para informar al pueblo que decidirá. No hay más. Los demás no son sino testigos de un hecho. La presentación de los debates que se utilizan en México para mostrar no solo la habilidad de contendientes electorales, sino la oferta que tienen para un futuro gobierno, exhibe, según se percibe, un enfoque equivocado. Está planteada para un observador elitista, por lo general para decidir quien ganó y quien perdió. El debate entre Delfina Gómez y Alejandra del Moral el pasado 20 de abril, ha sido definido por los propios partidos y como es natural a favor de cada cual, pero ha quedado en realidad en manos de los críticos que desde luego tienen un interés en la contienda. Lo que debería de ser un ejercicio dirigido al pueblo que será gobernado, se pierde en las futilezas de quienes desmerecieron la intervención y de quienes menospreciaron a las contendientes y las calificaron ausentes de ideas. Independientemente de los orígenes de ambas candidatas, lo que en realidad debe definir la contienda, la lista de propuestas que encubren el mensaje de un futuro, avalado por un pasado, las recibieron esos críticos como si se tratara de un desfile en donde hay jurados. En muchos casos fue una opinión misógina, desde la perspectiva de un macho sabihondo.
MUCHAS PROMESAS, PERO LA MITAD DE POBRES AHÍ ESTÁN
El Estado de México es un estuche de sorpresas para el país, no solo por lo más poblado con casi 18 millones ya en el 2022, con 8 millones y medio de pobres, de los cuales casi millón y medio está en pobreza extrema como ya se mencionó. Por eso llama la atención que entre los datos que se manejan casi el 80 por ciento de la población tiene internet. Lo cual significaría que ese porcentaje pudo ver el debate del 20 de abril. Quizá se exceptúan algunos sectores, porque el analfabetismo se extiende sobre todo en las personas de la tercera edad en 22 por ciento de los analfabetas totales y entre los 60 y75 años. Datos contundentes. Otro dato curioso mencionado por observadores, es lo que pasa en la zona que detenta el PRI en el Edomex: la multitud de pequeños anuncios o pintas o mensajes hechos a mano en las casas con el nombre de Delfina. En las calles, en las tiendas y en los centros deportivos se ven hombres con camisetas y gorras en los que está inscrito el nombre de la candidata de Morena. Eso, mientras la oposición sigue sacando denuncias contra ella que no ha podido demostrar; la última en su paso por la SEP.
DEL MORAL CONVOCA A UN FRAUDE Y LUEGO LO NIEGA; ESTÁ GRABADO
El debate pasado fue minimizado por los llamados analistas, por la falta de ideas, dijeron.
Vana crítica. El pueblo es el que debe decir si lo que percibieron en ese debate está acorde con lo que necesita ese estado y si la pobreza de muchos pueblos, algunos en extremo en ciertas regiones. será eliminado con un nuevo gobierno. Si durante casi 80 años se generó una población pobre y en pobreza extrema, es difícil creer que el mismo partido que gobernó, la elimine. La candidata de ese partido Alejandra del Moral que pese a sus experiencias no es reconocida en la vanguardia de ese partido si es que existe, se aferra a la esperanza de ganar. Ha llegado al extremo de llamar a un fraude que después ha negado en entrevista, pero la grabación ahí está. Habitante en Cuautitlán Izcalli, donde comparte el lujoso hogar con el ex gobernador de Tlaxcala Mariano González Aguirre, es lanzada en el repunte de un estado de donde han salido presidentes de la República, pero también muchos de ellos que han concentrado la riqueza desde el poder del PRI. En entrevistas insiste que va a ganar, mientras Delfina Gómez por su parte va atrayendo multitudes en los diferentes pueblos del estado, con la simple consigna: dar a conocer que pueden obtener de ella como gobernadora, los habitantes de la entidad, sobre todo los pobres.