Líneas Quadratín
Llegar a los diez años de una columna como ha sucedido con Libros de ayer y hoy, conduce a preguntarse. si realmente se ha cumplido el objetivo inicial que se tenía. En este caso promover la lectura y dar a conocer, rescatar y promover autores y su obra. Todas las columnas tienen un fin y lo digo porque a lo largo de décadas en este oficio he tenido, además, muchas columnas. Esta ya arriba a cerca de dos mil y en un esquivo archivo que se pierde en la noche de los tiempos cercanos. la lista completa que al parecer tienen algunas redes, espero recobrarla. He encontrado desde el año de 2013, la mas cercana aunque hay anteriores, pero ésta, como una premonición se llama como el libro de Jack Kerouac, En el camino. La columna se inició en medios escritos a los que suele regresar, pero luego saltó a las redes. Excelentes redes las que la repiten. Y la pregunta vuelve a repetirse en mi mente, ¿Cumple realmente su plan una columna que tiene en su formato comentarios diversos, políticos y de todo tipo, para concluir con un autor, un libro o varios y una reseña, que no crítica literaria, y advertir al lector de que se trata? Quise buscar en esta ocasión la columna que más me había gustado aunque hay muchas. Pero preferí seguir adelante con una columna del 2015, en la que se festeja el día del libro y se menciona a Sor Juana Inés de la Cruz y su búsqueda en el maremágnum de la tierra, para saber si son suyos unos restos encontrados hace tiempo. Es un sueño que se busca recordando su obra, como sueños igual los que uno tiene de resarcir con lo que escribe, algo que pueda servir a los demás. En eso estoy todavía.
La búsqueda no solo de un sueño, sino de un origen real
La afanosa búsqueda de restos originales de grandes personajes- Cervantes, Lorca, Shakespeare. Cristo- se permeó a nuestro país para tratar de confirmar que unos restos que ya se tenían, pertenecen a la monja Sor Juana Inés de la Cruz. Los restos, que se creen auténticos, ya están sepultados en el ex templo de San Jerónimo. Pero ahora se trata de hallar la tumba de su madre Isabel Ramírez, enterrada según parece en el atrio de la antigua iglesia de la Merced, para confirmar con su ADN, que la gran poeta está realmente con nosotros -aunque nunca dejó de estarlo en su fosa de tierra, ni con su gran obra-, así sea en osamenta. De Cervantes y Shakespeare han encontrado en los últimos tiempos, en el primero restos, en el segundo una imagen que se cree auténtica. De Lorca siguen buscando, aunque siempre se tuvo la certeza de que estaba en una fosa común donde fue masacrado por el franquismo junto con otros republicanos. Pero ahí no se encontraron sus restos.
A los discriminadores no les gustó la imagen morena de Cristo
La BBC de Londres realizó la década pasada, una cara y exhaustiva investigación para encontrar los restos de Cristo. Con científicos de todo tipo buscó en la zona en donde supuestamente vivió y fue crucificado y solo halló los restos de un predicador – al parecer de apellido Ribera-, que vivió en esa época. Pero la imagen que delineó de como pudo ser Cristo -moreno, de pelo corto enchinado, nariz bulbosa y hermosos ojos, como los antiguos y quizá actuales habitantes de esa zona-, causó escándalo y molestia a la raza blanca discriminadora, que siempre ha creado una imagen estilizada, rubia y de ojos claros. El racismo creyente rechazó de plano la investigación pese a su gran riqueza antropológica, que acumuló datos de gran valor sobre la forma de vida del hombre de aquella época. No sabemos que pasará con la investigación sobre Sor Juana, que de entrada arrastró la oposición de la señora Carmen Beatriz López Portillo rectora de la Universidad del Claustro de Sor Juana, según los informes del diario Reforma, por no haberle dado un trato preferencial en la búsqueda.
Encuentran relación entre obra de Sor Juana y el poeta Pino Paéz
La maestra e investigadora Rosalba Ugalde, profunda conocedora de la obra de Sor Juana, penetra en el Poema monumental como tratado filosófico y habla de Sor Juana y Pino Páez, filósofos mexicanos de flor y canto, en un libro de 132 paginas publicado por la Editorial Académica Española en 2012 y que se vende en el mercado libre en España. Lo singular es la comparación entre Primero Sueño de la monja -poema de 975 versos que ella en realidad quiso titular Sueño-, con Luz Patibularia, el poema monumental de Pino, que en su momento fue presentado en el Palacio de Bellas Artes. Este último (Ediciones Bisturí. Operación a párrafo abierto 2004 ), se expresa en más de un millón de letras, contó su prologuista y en más de 600 páginas. No es un poemario, es un poema que plantea una serie de preguntas, sentencias y aseveraciones sobre el acontecer del hombre actual, en una recopilación que se antoja interminable por su profundidad filosófica. Páez, periodista, maestro, activista, es uno de esos grandes poetas que no confluyen en el amaneramiento de las mafias literarias. Su trabajo es con los campesinos, los obreros y los estudiantes. Pero la justa comparación que lo liga extraordinariamente a la monja jerónima, debe haber causado resquemor en los que se creen consagrados. Y se han querido apropiar de la historia de quien es uno de los grandes orgullos para México.